Cuatro de los cinco policías de baja en Simancas lo están por motivos psicológicos

Con un deterioro progresivo en las relaciones, algunos compañeros comparten vida laboral desde hace casi 20 años, todo cambió en el mes de febrero. Los cuadros de ansiedad, según las mismas fuentes, se intensificaron y los policías fueron cayendo paulatinamente hasta que en las últimas semanas se produjo la última para dejar el servicio en mínimos. Actualmente, de los cinco policías de baja, cuatro son por motivos psicológicos, el otro por problemas físicos. Lo que ha dejado al cuerpo únicamente con el mando y otro agente que afronta en estos momentos sus últimos meses de vida laboral y que recientemente ha estado de vacaciones.

Los afectados, según fuentes municipales, alegan que han convivido con momentos «ilógicos» en los que durante este tiempo han sido sometidos a controles de todo tipo, malas formas e imposiciones del mando.

Con un cuerpo municipal desactivado por las bajas, desde el Ayuntamiento de Simancas se ha intentado buscar solución en municipios colindantes, entre ellos, en Valladolid. Se han solicitado refuerzos de agentes (con suplementos económicos superiores a los ofrecidos a los policías de Simancas con anterioridad), aunque, al parecer, solo un agente de la capital lo hubiera aceptado, lo que desprende, según las mismas fuentes, un símbolo de «compañerismo» hacia los afectados.

Asimismo, el alcalde de la localidad argumentaba en este periódico que «las bajas laborales son justas y legales, no hay por detrás ninguna otra cuestión que no sea de índole laboral», recalcaba a la par que incidía en que ya había iniciado trámites para paliar esta problemática.

Y todo esto llega en un momento de más ocio y más actividades al aire libre. Y por lo tanto de control, con conciertos y más afluencia de personas. De esta forma, esperan que esas bajas no se conviertan en un problema de seguridad.