Ignacio Arranz y Máxima Verdugo, de La Cistérniga, con su cuidadora Virginia Velázquez, que acude a diario a su casa para ayudarles con algunas tareas del hogar. Laura Negro

Valladolid

Crece la demanda de cuidados a domicilio ante el interés por envejecer en casa

La Diputación de Valladolid presta servicios en el hogar o para potenciar autonomía a 2.207 usuarios y reparte la comida a otros 402, cifras que aumentan desde hace cinco años

Laura Negro

Valladolid

Miércoles, 15 de noviembre 2023, 00:02

Entre las múltiples iniciativas que han marcado la impronta de la Diputación de Valladolid en el territorio, destaca muy especialmente el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD). Un servicio crucial para muchos mayores y dependientes del medio rural, que está transformando vidas. A ... día de hoy, en la provincia hay 2.207 beneficiarios en la modalidad de atención domiciliaria y 402 en la de comida a domicilio. Un dato que ha crecido durante los últimos 5 años (salvo en pandemia), tanto en expedientes activos como en las horas prestadas.

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Esa tendencia al alza, se debe principalmente, a que cada vez hay más mayores, de más edad, que son más dependientes y que por tanto, requieren más dedicación. Y además de todo eso, ha crecido también por el interés de las personas mayores en permanecer en sus hogares. Son servicios que proporcionan dignidad, autonomía y sensación de pertenencia y que son esenciales para aquellos que se enfrentan a grandes desafíos de salud y a sus familiares. «Nuestros usuarios son personas válidas, que necesitan ayuda en algún ámbito, pero que se valen por sí mismos. Por tanto, recibir este servicio en su propia casa, es primordial para ellos. Mientras pueden, todos prefieren seguir viviendo en su ambiente de siempre. Es cuando ya necesitan una atención las 24 horas o cuando no tienen otra opción, cuando toman la decisión de irse a una residencia», destaca Alfonso Romo, Diputado de Familia, Igualdad, Acción Social y Centros Residenciales.

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La ayuda domiciliaria comprende servicios relacionados con la atención de las necesidades domésticas, con la atención personal en la realización de las actividades de la vida diaria y con la promoción de la autonomía personal y el apoyo a los cuidadores. Los orígenes de este servicio se remontan al año 1985 cuando la Diputación se planteó atender a las personas que carecían de Seguridad Social y familias desestructuradas que no tenían cabida en la atención que prestaba el INSERSO. En aquel entonces se prestó la ayuda en 24 casos. En la modalidad de atención domiciliaria el acumulado de beneficiarios de este año 2023 y hasta el 31 de octubre, es de 2.593 personas, a las que se han prestado 505.724,43 horas que han supuesto un coste total de 8.948.498 euros. (El acumulado es mayor que los usuarios activos ya que algunos han fallecido o se han dado de baja en el servicio para irse a una residencia, entrando otros en su lugar. Por hacer una comparativa, el acumulado de 2018 fue de 2.387 casos con un total de 486.953 horas). «El SAD es uno de los servicios sociales más significativos y de mayor extensión en nuestra provincia, que incide directamente en la resolución de las necesidades y problemática cotidiana de las personas usuarias, y por ello en su calidad de vida. Es importante reseñar que no existe lista de espera», incide Romo.

Otro servicio básico para los mayores y dependientes de la provincia es el de la comida a domicilio. Consiste en el reparto a domicilio de comida y cena en frío para conservar en frigorífico y calentar en microondas en el momento del consumo. Sus orígenes se sitúan en el año 2008 con una experiencia piloto en la zona de Tordesillas, que atendía a 24 personas usuarias. A partir del año 2010 el servicio se va extendiendo al resto de la provincia, ampliando la cobertura y las rutas de reparto. En este 2023, hasta el pasado 31 de octubre, la Diputación ha prestado 108.617 servicios de comidas a 500 usuarios (dato acumulado), todo ello con un coste de 916.337,16 euros.

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Desde Diputación presumen de que tanto el SAD como el catering a domicilio carecen de lista de espera y su presupuesto tampoco ha dejado de crecer. Así, tanto en 2018 como en 2019 se emplearon 8.657.038 euros para ambos servicios. En 2020 se emplearon 9.061.336 euros mientras que en 2021 se redujo el presupuesto hasta los 8.573.907 euros, porque aunque los usuarios crecieron, el número de horas de atención se redujo por la pandemia. En 2022 el presupuesto sobrepasó los 10M de euros y en lo que va de año, ya se llevan invertidos 9.057.067 euros. El presupuesto que se baraja para 2024 supera la cifra de los 12,3M de euros.

Ambos servicios gozan de un alto grado de satisfacción entre las personas beneficiarias y sus familias por sus altos estándares de calidad en atención individualizada, y por la cobertura, ya que llegan al 100% de localidades de la provincia. Se presta en el medio habitual de vida de la persona usuaria y su finalidad es asistencial, preventiva y rehabilitadora. Desde esta perspectiva, este servicio se erige como fundamental para el medio rural, motivando que las personas dependientes puedan permanecer en su domicilio durante el mayor tiempo posible, ayudando asimismo al mantenimiento de población en los municipios de la provincia. «La trascendencia del servicio va más allá de sus elevadas cifras de cobertura, puesto que, en muchas ocasiones, cubre las necesidades en las situaciones más difíciles, allí donde no hay familia o ésta no alcanza, y donde no existen otros recursos sociosanitarios o no llegan. El SAD es el único servicio público capaz de llegar presencialmente hasta el más lejano rincón de la más pequeña localidad, y lo hace a diario a través de la auxiliar, exactamente donde no llegan servicios públicos básicos», apunta Romo. «Es un servicio muy valorado por los usuarios, sin embargo, para el resto de la población es todavía muy desconocido, a pesar de lo beneficioso que es para las personas», añade.

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Existe, además, otra modalidad de servicio que es la de 'Respiro', consistente en atender a la persona dependiente en su domicilio por personal cualificado, supliendo al cuidador principal en momentos puntuales, siempre que la persona dependiente no precise una continuidad del servicio para cubrir la necesidad.

Para los usuarios, el coste de la Ayuda a Domicilio estará determinado por su capacidad económica. Aquellos cuyos ingresos no superen el IPREM acceden al servicio de forma gratuita. La extensión, en cuanto al contenido y tiempo de la prestación, se determina por el grado de necesidad y/o dependencia del solicitante. Así, aquellos considerados, de grado I, con dependencia moderada se les asignan entre 20 y 37 horas mensuales. Los de grado II, con dependencia severa, tienen entre 38 y 64 horas mensuales. Mientras que los de grado III, grandes dependientes, tienen entre 65 y 94 horas mensuales.

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Las Auxiliares de Ayuda a Domicilio son el pilar fundamental del servicio. Actualmente la plantilla está formada por 669 profesionales, todas, excepto 4 son mujeres, además de las 17 trabajadoras sociales que coordinan las diferentes zonas, el personal administrativo y de dirección. En 2019 la plantilla era de 656 cuidadoras, un número que se redujo de forma considerable en 2020 con la pandemia, cuya media en el año, fue de 609 auxiliares. Actualmente la modalidad del SAD, es prestada por la empresa Senior Servicios Integrales S.A. La modalidad de catering es ofrecida por SCAS Servicio de Comidas y Actividades Sociales S.L., que cuenta con una plantilla de 3 trabajadoras sociales coordinadoras del servicio, 4 repartidores, 2 trabajadores de sala fría, 2 cocineras, 8 ayudantes de cocina, 2 nutricionistas, 1 tecnóloga de alimentos, 1 técnico en dietética y nutrición, además del personal administrativo y de dirección.

La Teleasistencia, otro gran pilar de los cuidados en casa

Otro gran servicio que presta la Diputación a los mayores y dependientes de la provincia en su domicilio, es el de Teleasistencia, que se basa en la utilización de tecnologías de comunicación (telefonía fija o móvil) para hacer posible la petición de ayuda ante una situación de urgencia a cualquier hora, los 365 días del año. Se presta a través de un terminal telefónico especial o de un medallón/pulsera desde el cual es posible avisar de la emergencia. Es un servicio de Diputación, en colaboración con la Junta de Castilla y León y la Federación Española de Municipios y Provincias y tiene carácter gratuito para todas las personas usuarias, al estar financiado al 100% por la Comunidad Autónoma. Lo pueden recibir como prestación esencial si tienen 80 o más años o reconocido un grado de dependencia. Su tramitación se realiza a través del CEAS correspondiente y actualmente no hay lista de espera. A fecha 31 de octubre de 2023 había 2.417 usuarios con la prestación activa en la provincia, 196 de los cuales, son de Laguna de Duero. «Este servicio persigue la permanencia e integración en el entorno familiar y social habitual de la persona y atiende situaciones de necesidad como fragilidad, dependencia, soledad o aislamiento, así como situaciones de crisis o emergencia dentro y fuera del domicilio. Actúa de forma preventiva y proactiva, a demanda del usuario o a iniciativa de la entidad titular de la prestación, en función de protocolos establecidos o ante señales o alertas detectadas», apuntan desde el área de Familia, Igualdad, Acción Social y Centros Residenciales de la Diputación.

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