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Lleva dos Navidades deshinchado, guardado en arcones junto a miles de luces led enredadas y cientos de figuras decorativas, el Papá Noel gigante que Carlos Golán, vecino de Aldeamayor de San Martín, instaló por última vez en diciembre de 2019 como gran atractivo para su 'Casa de las luces', que cada año atrae a miles de visitantes con su espectacular despliegue de iluminación -aquella vez contó con más de 50.000 puntos de luz-.
Ahí dentro esperarán, al menos, otros doce meses. No se iluminará estos días el popular chalé de la calle Molinejo, en la urbanización de Aldeamayor Golf. Porque su impulsor, médico cirujano de profesión, no quiere «riesgos». La covid arrecia con fuerza y «hay que ser precavidos». «No podemos hacer nada por el tema de la covid. No podíamos arriesgarnos con la incidencia tan alta. Soy el primero que quiere volver a hacerlo, tengo todos los equipos y adornos muertos de pena, pero hay que tener cuidado», sostiene Golán.
Reconoce que hace meses, «en algún momento», cuando el virus parecía dar una tregua, se planteó la posibilidad de «hacer algo». Quizás no la exhibición de otros años, pero sí «alegrar un poco el entorno». Pero lo descartó en cuanto comenzó a subir la incidencia. «Viendo cómo está la cosa lo descartamos hace semanas», afirma, al tiempo que insiste en que «están diciendo que no se hagan cenas, evitar aglomeraciones y tener cuidado y no podíamos nosotros ponernos a desplegar las luces, con toda la gente que concentra».
Es uno de los grandes atractivos de la Navidad en la localidad vallisoletana. Prueba de ello son las casi 10.000 visitas que recibió en 2019. «Reunimos cada día a 700 personas, se formaban colas de 200 o 300 personas, y viendo cómo está el panorama no creo que sea lo más adecuado», apunta Carlos Golán. Incide, del mismo modo, en que al «trabajo bárbaro» que suponía estar constantemente pendiente de los invitados, de por dónde pisaban, esta vez tendrían que centrar su atención en mantener las distancias de seguridad. «Ahora sería peligroso, no sabemos si alguien tiene o no el virus; no se trata de llamar al diablo a ver si viene. También hemos ampliado la parcela y sería más difícil de controlar», apostilla.
Confía en que al próximo año la situación sanitaria permita, por fin, reabrir las puertas de 'La Casa de las luces'. Por lo pronto, lo que sí tiene claro Golán es que, cuando vuelvan, lo harán «a lo grande». Con una parcela más amplia y, quizás, nuevos elementos decorativos. «El otro día teníamos un pequeño cartel luminoso y había gente que se paraba a preguntar. El día que inauguremos tendremos que ir con un silbato detrás de la gente», sentencia.
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