Un momento de la jornada celebrada por los corujos. El Norte

Los corujos rinden merecido homenaje a las lechuzas

Villalán de Campos celebró este sábado una jornada cultural en la que la gran protagonista fue el ave rapaz nocturna que da nombre a uno de los gentilicios de la localidad

Sábado, 9 de noviembre 2024, 21:32

Villalán de Campos vuelve a llamar la atención por sus singulares propuestas culturales y de dinamización social. Este sábado la terracampina localidad celebró la primera edición de la jornada multisensorial en torno a la lechuza con un atractivo y completo programa en el que hubo ... dos conferencias, un concierto, un paseo nocturno, cena y queimada.

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Con el título de «Villalán suena a coruja», que da nombre a uno de los gentilicios de la localidad, las actividades empezaron a primera hora de la tarde con la conferencia Anatomía y patología de su majestad nocturna, que fue impartida por el hijo del pueblo, doctor en medicina veterinaria y profesor de la Universidad Alfonso X el Sabio, Gonzalo Sánchez. Más tarde fue el turno de la licenciada en ciencias ambientales y técnica del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona (Grefa) Miriam Bascones. La teoría dio paso a la práctica con un sugerente paseo nocturno entre corujos, con tiempo para inaugurar una caja nido para este tipo de rapaz en el depósito del agua, que se une a los nidos de obra que existen en el cementerio desde hace años o a las cajas nido que el vecino Satur Merino ha instalado en el campo «con el fin de controlar la plaga de topillos de forma natural».

Tras un tiempo libre, en el que se pudo departir en el bar, se celebró el espectáculo El vuelo de la coruja, a cargo del músico José Luis Gutiérrez, uno de los artistas más originales e innovadores de la escena española que mantiene una estrecha relación con la localidad. La música fue el mejor prolegómeno para la cena, con un menú a base de pastel de langostino, lasaña y queso con membrillo, poniendo fin a la jornada una queimada, con su conjuro tradicional gallego, que se inicia con «Mouchos, coruxas, sapos e bruxas» (búhos, lechuzas, sapos y brujas), en un guiño a que la palabra coruja hubiera podido ser introducida en el pueblo por los segadores gallegos que durante el verano llegaban hace décadas para la cosecha.

El alcalde, Ignacio Sánchez, explicó que, más allá de ser «una actividad que dinamiza la vida del pueblo», se trata de «reivindicarnos como corujos, algo que siempre hemos llevado a gala, porque nos hemos autodenominado como corujos». Una jornada que, con el lema «Pa´ corujadas, las nuestras», tuvo lugar el 9 de noviembre con el recuerdo de la popular canción Un ramito de violetas y la posibilidad de que se repita «como siempre sin tarjeta». La ideóloga de esta jornada, junto al incansable vecino Satur Merino, fue Aurora de la Heras, quien ha instalado cajas nido en su localidad de Fontihoyuelo.

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Los vecinos de Villalán de Campos tienen a gala tener dos gentilicios, por un lado el de alanos, que recordaría al topónimo de la localidad que en las primeras referencias escritas consta como Villa Egilani, que Menéndez Pidal lo consideró como el indicio de la persistencia cultural de los pueblos germánicos invasores (alanos) tras la dominación romana, aunque después se ha relacionado como una formación compuesta de villa más nombre del posesor del terreno, que es la estructura más común en las localidades de la zona de Tierra de Campos, así Villa Egilani sería la Villa de Egila. Este gentilicio da nombre desde 1983 al Colectivo Alano, pionero en el desarrollo de proyectos y actividades socioculturales en el municipio.

El otro gentilicio es el de corujos, que haría referencia a la leyenda antigua que ha pasado de generación a generación que cuenta que hace muchos años, en una noche de luna llena, apareció una coruja y al verla los vecinos, con su color blanco característico, creyeron que era el Espíritu Santo, poniendo colchas y sábanas para dar mayor solemnidad al momento, sobre las que defecó la rapaz nocturna, dando lugar al gentilicio despectivo, según recordó el vecino y profesor jubilado Javier Sánchez, quien señaló que «con el tiempo lo hemos dado la vuelta y llevamos a gala ser corujos como uno de nuestros signos de identidad». En este sentido recordó que hace años existió Radio Coruja.

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Respecto a la jornada celebrada, Sánchez aseguró que se busca «poner en valor las cosas nuestras», además de «mostrar una defensa por las aves rapaces de Tierra de Campos». En definitiva, «se trata de amar a tu pueblo y a la tierra en la que vives», según expresó el veterano maestro, señalando que «es pasar por aquí, pero no de puntillas, viendo lo que hay y lo que ocurre, participando de lo que te rodea». Además hizo ver que «no se pueden dejar todas las actividades para el mes de agosto, el pueblo tiene que estar vivo siempre, por eso hay que hacer cosas para la gente que está todo el año».

Sea como sea, lo cierto es que el arrojo de aquellos pastores belicosos bárbaros al llegar a Hispania junto al sentido de identidad de las lechuzas como rapaz terracampina asociada a sus altos y característicos campanarios son abanderados ahora por los vecinos de Villalán de Campos como impulso de dinamización social frente a la despoblación para dejar de ser meros espectadores de la vida del pueblo y pasar a ser sus principales actores. Por eso, la localidad ya piensa en la celebración el próximo sábado de la popular tradición de correr castañas de la Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio, una semana antes de que sean las fiestas patronales de Santa Cecilia.

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