En 1474, el noble Garci Franco de Toledo manda construir esta fortaleza, con una constitución parecida al de Portillo. Tras su muerte, su mujer lega a su hijo Antonio Franco, pero por diversos problemas el castillo queda inacabado. Su capacidad defensiva era limitada frente a las armas de fuego que estaban ya muy desarrolladas en la época.
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Algunas de las dependencias del castillo permanecieron habitadas hasta el siglo XX. En el año 1983 es adquirido por la Asociación de Amigos de los Castillos, cuyo presidente es Javier Bernard Remón. Actualmente se llevan a cabo diferentes actividades turísticas de ocio y culturales enmarcadas en la fortaleza.
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