«No hay comparación entre los medios desplegados en el caso de Esther López y en el de mi hijo»

«Los procesos de investigación no son cómo enseñan en las películas», afirma Lorena Sánchez, la madre del joven David Hernández, que murió asesinado, en abril de 2020, en las inmediaciones del polideportivo municipal y el lago de Laguna de Duero, a escasos 200 metros de su casa de Torrelago. Envuelta en sombras, la investigación del suceso continúa bajo secreto de sumario y sin detenidos después de más de dos años. Esta misma semana, Emilio Álvarez, el hasta ahora subdelegado de Gobierno, lamentaba comenzar su jubilación sin haber conseguido esclarecer el caso de David y el de Esther López, la joven cuyo cadáver fue hallado el 5 de febrero junto a la carretera que conduce a Traspinedo.

Tras más de dos años a la espera de nuevas noticias que arrojen luz a un caso que sigue envuelto en el misterio, Lorena Sánchez experimenta a diario sentimientos de frustración y desesperación ante la ausencia de avances en la investigación. «Tengo sentimientos muy contradictorios», explica la madre de la víctima, quien señala que no ha recibido ninguna noticias sobre si avanza o no el caso de su hijo, golpeado y apuñalado la madrugada del 15 de abril de 2020. El suceso se produjo en las inmediaciones del lago del municipio después de que el joven, de 18 años, saliese de casa, en pleno confinamiento estricto, sin un motivo aparente y prácticamente con lo puesto –llevaba el pijama, una cazadora, el móvil y un mechero–, pero también sin despertar alarmas en la familia. «Era algo normal que David saliese a la calle», puntualiza Lorena. Su hijo murió víctima de dos cuchilladas en un costado, múltiples golpes y un traumatismo en la cabeza propinado con un objeto contundente que nunca fue localizado.

Al remontarse al inicio de la investigación, afirma que «pudieron utilizarse más recursos», aunque entiende que el país se encontraba en esos momentos sobrepasado por la pandemia. «En el momento en el que ocurrió todo fue muy difícil contar con recursos porque estábamos en plena pandemia. Yo entiendo que fue todo muy complicado», puntualiza la madre de David quien reflexiona sobre cómo se han tratado otros casos recientes: «Cuando ves todos los medios que se desplegaron en el suceso de Esther López en Traspinedo y los que se han desplegaron aquí, te das cuenta de que no hay punto de comparación».

Al principio, explica, «sí que faltaron medios. En las primeras búsquedas, que son las más importantes, tendrían que haber peinado bien todo el lago desde el principio. No solo la zona donde se produjo, sino todo tanto por dentro como por fuera», asegura Lorena, que todos los días intenta buscar unas respuestas que no llegan. Pese a ello, confía en el trabajo de las fuerzas de seguridad y, aunque es consciente de que es una «investigación compleja», no pierde la esperanza de encontrar al autor o autores de la muerte de su hijo David.

Tal y como ha trascendido hasta el momento, la investigación no cuenta con rastros de ADN, grabaciones de cámaras de seguridad o algún tipo de prueba que aporte luz en un caso en el que «ha declarado medio municipio de Laguna» y con una fallida búsqueda de pruebas en el lago.

El día en el que las fuerzas de seguridad peinaron el interior del pulmón acuático del municipio, Lorena Sánchez se encontraba en casa, y fue a través de las redes sociales como se enteró de la actuación policial que se estaba llevando a cabo en relación a la investigación por la muerte de su hijo. «Me enteré a través de Facebook por una noticia en un periódico digital. Nos presentamos en el lago y hablamos con la Policía y la Guardia Civil. La explicación que nos dieron fue que iban a aprovechar que tenían que realizar unas prácticas de maniobra para buscar pistas».

Lorena Sánchez hace esfuerzos por no emocionarse al hablar de su hijo e intenta, en la medida de lo posible, volver a la normalidad «tras dos años muy duros». Tiene dos hijos más, Carolina y y Álex, y explica que en casa todos hablan de David, «de cómo era su sonrisa y su forma de ser». Nunca ha sido un tema tabú para ellos, que recuerdan todos los días a su hijo y hermano «sabiendo que no está y no va a volver».

Fruto de la desesperación y la necesidad de poner cara a los culpables del brutal crimen, Lorena manda un mensaje a la ciudadanía apelando a su ayuda. «Si alguien sabe algo que me lo cuente, no es necesario, si no quiere, que vaya a la Policía o la Guardia Civil si les da reparo. Da igual si es anónimo, por teléfono o de la forma que sea. Toda información por pequeña que parezca puede ser relevante».

Además, clama justicia para su hijo y para que «ningún crimen quede impune» porque «ninguna persona puede arrebatar la vida a otra y continuar con total normalidad con su vida». Si «has matado a alguien, lo tienes que pagar», afirma rotunda la madre del malogrado joven, que mantiene la esperanza porque, «al menos, el secreto de sumario continúa y no lo han levantado, y eso significa que siguen investigando».

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