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Cientos de personas se han acercado este miércoles a la localidad vallisoletana de Peñafiel para disfrutar de la tercera jornada taurina de las fiestas de San Roque. Un bonito encierro el que ha tenido lugar a primera hora de la mañana.
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Agapito Ojosnegros Lázaro
A la tercera fue la vencida y la manada llegó hermanada hasta la plaza del Coso tras recorrer los 1.100 metros de trayecto, el cual comienza en los corrales del Valdobar. El grupo de reses alcanzó el Coso abierto, ocupando entera la calle Infante Don Juan Manuel, cien metros completamente rectos. Delante de bueyes y toros un gran número de buenos corredores pudieron desarrollar unas buenas y explosivas carreras, pues, un día más, los astados dejaron patente su elevada velocidad, en una carrera rápida y sin incidentes.
La capea posterior, con la tradicional suelta del toro por dentro y por fuera del ruedo, se desarrolló sin incidentes, aunque, eso sí, con un buen susto. Este lo protagonizó un toro colorado, de bastante envergadura y bien armado, el primero que salió por fuera del ruedo, y el cual zarandeó con ganas a un vecino de Campaspero que no consiguió entrar en el portal de la casa número 23. Entre los palos que protegen la entrada, el astado le propinó varios golpes, afortunadamente sin mayores consecuencias.
La anécdota de la mañana, sin duda, la ha protagonizado el cortador Francisco Javier Pisador 'Leguiche', que no ha dudado en acercarse a uno de los morlacos y plantarle un beso en el hocico desde la talanquera.
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