«En la ciudad veía pasar las horas frente a la tele; en el pueblo estamos divinamente»

El lunes a primera hora, Angelines Vázquez y Ambrosio Delgado inauguraron la fase 1 tomando rumbo hacia su casa de Torrelobatón, donde pasan la mitad del año. Confiesan que en Valladolid se sentían «encerrados» mientras que ahora, en el pueblo «respiran con libertad». «Allí salíamos lo mínimo. A la farmacia, al supermercado y algún día al banco. Sólo hablábamos con los vecinos en el rato de los aplausos. Aquí es otra cosa. Simplemente con salir al patio, ya nos sentimos felices y por la calle siempre te encuentras con alguien para echar una parlada», afirma Ambrosio.

Angelines ha estado esta semana muy entretenida poniendo sus geranios, jazmines, hiedras y hortensias a punto para el verano. «Estaba sufriendo por no poder venir a cuidar mis flores. Tengo más de 70 plantas y son mi mejor pasatiempo. Mi hermana se encargaba de regarlas. A mí me gusta sacarlas en San José, pero este año, han tenido que aguantar más dentro. Ya las he puesto todas a punto. Este año tengo una cosecha muy grande», bromea.

Ambrosio es mecánico jubilado y a él lo que más le gusta es pasar el rato en el garaje. «Me dedico a hacer chapuzas con las herramientas. En la ciudad sólo veía pasar las horas frente al televisor. Era un aburrimiento total. Aquí estamos divinamente y cuando pasemos a la fase 2, ya podré echar la partida en el bar y entonces ya si que estaré la gloria», dice este torreño.

La vida de este matrimonio en Torrelobatón es tranquila y muy casera, aunque también disfrutan dando largos paseos. «Todos los días nos vamos un grupo de mujeres a andar por la carretera de Torrecilla. Nos sienta muy bien andar. Con el coronavirus, todavía no hemos empezado a salir, pero ya estoy deseándolo.

En condiciones normales, este fin de semana en Torrelobatón se celebrarían las fiestas patronales. Angelines y Ambrosio echarán de menos el baile y todos los actos lúdicos que cada año organiza el ayuntamiento. «Esperaremos hasta otro año».