La circulación entre los municipios de Valladolid se complica por la presencia de hielo y nieve en la calzada

Además, en los accesos a los municipios las cosas tampoco están mejor. En San Miguel del Pino, los efectios de limpieza se empeñan en acondicionar las vías y tenerlas lo más limpias posibles aunque las bajas temperaturas provocan que la nieve se hiele y el tránsito siga siendo complicado.

Las dificultades están siendo muchas y esto ha llevado incluso a la queja de los alcaldes de los pueblos como el de Zaratán a pesar de que hace unas semanas comprara alrededor de 5.000 kilos de sal en previsión que en próximos días. El primer edil ha reconocido que esta adquisión se quedó «cortísima» porque en poco más de seis horas se habían agotado ya. «Nos hemos comido toda la sal que habíamos comprado hasta tal punto que a las once de la mañana no teníamos nada», aseguró la alcaldesa del municipio, Sandra Fernández, que ante «la desesperación» de no tener este producto levanto el teléfono para conseguir un camión con cerca de ocho toneladas.

«No estamos acostumbrados a esta nevada ya que si esto fuera Canadá o Estados Unidos lo mismo lo podríamos haber gestionado mejor, pero la realidad es que nunca antes había caído una nevada así», concreta Fernández, que tras llamar al contacto proveedor de sal de la Junta de Castilla y León, que «me dijo que no tenían nada de sal y que era imposible conseguirla«, al final lo logró a través de la Diputación de Valladolid y alguna empresa privada». Por el momento, Zaratán dispone de sal, pero «como mañana siga nevando de esta manera no sé qué vamos a poder hacer».

Este problema, el de la falta de sal, no ha sido el único en la provincia ya que algunos otros municipios como Medina del Campo, Valdestillas, Peñafiel, Tordesillas, Tudela de Duero y Alaejos han tenido que descolgar el teléfono, tirar de contactos e ingeniar un plan avituallamiento por si 'Filomena' sigue azotando la provincia hasta bien entrado el domingo por la noche.

«Desde la Diputación de Valladolid hemos dado cobertura a un total de 25 pueblos que estaban desbordados», aseguró el presidente de la institución, Conrado Íscar, que señaló que «llevan toda una semana avisando de este temporal y todas las administraciones tienen que poner sus recursos a disposición de la ciudanía para evitar colapso. Nosotros estamos a disposición de los Ayuntamiento y lo seguiremos estando».

La última gran nevada que asoló la provincia fue hace 22 años y desde aquel invierno del 1998 jamás antes se había visto algo similar a los estragos originados en pocas horas por esta borrasca. Para hacer frente a los 1.430 kilómetros de carreteras que posee la Diputación de Valladolid ha adquirido un total de 700 toneladas de sal y ha puesto a pleno funcionamiento sus cinco camiones con cuña quitanieves, más cuatro extendedores de fundetes repartidos en los municipios en los que poseen parque de bomberos.

A través del servicio de carreteras de Diputación varios Ayuntamientos pidieron hacer las gestiones pertinentes para adquirir más sal a diversas empresas de la provincia. Al parecer y según concretó el portavoz del PSOE en la Diputación de Valladolid, Francisco Ferreira, «algunos Ayuntamientos nos han comentado que la Juntas de Castilla y León dejó de suministrar sal a los municipios ya que no han tenido una buena previsión. Nosotros estamos en contacto con los alcaldes para vigilar la situación ya que estamos muy preocupados con los problemas de abastecimiento y la red de carreteras».

Con la sal lo que se evita es la congelación y la cristalización del agua y, por consiguiente, que se originen placas de hielo. Por esta razón, es necesario aplicar la sal antes de que caiga la precipitación, para que la humedad, la lluvia o la nieve entren directamente en contacto. Es decir que la función de la sal es bajar el punto de congelación del agua. Durante la noche del viernes y la madrugada del sábado el Ayuntamiento de Medina del Campo repartió, cuando aún no había cuajado la nieve, un total de 30 toneladas de sal y ante la incesante caída de nieve «hemos tenido que ir hasta Herrera de Duero para traer un camión con cerca de ocho toneladas de sal» explicó el alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez Alonso.

El que resolvió el problema de falta de sal a primera hora de la mañana del sábado fue el alcalde de Tudela de Duero, Luis Javier Gómez, que al igual que la alcaldesa de Zaratán y el alcalde de Medina del Campo adquirió a una empresa privada de la provincia un camión de sal con siete toneladas que «hemos ido esparciendo poco a poco y además la vamos a ir repartiendo en función de las previsiones ya que a pesar de que nosotros teníamos sal no queríamos quedarnos cortos puesto que entre la nieve y luego el hielo lo necesitaremos».

«No te suministra nadie ya que no hay sal en ningún lado y nosotros teníamos muy poco, como unos 15 sacos» se lamentaba el alcalde de Alaejos, Carlos Mangas, que también consiguió este mineral a través de la Mancomunidad Tierras de Medina, entidad que ha comprado 11.000 kilos para abastecer a los 32 municipios que la conforman, al igual que la Mancomunidad Serman, con sede en Mota del Marqués, que durante la mañana de ayer repartió cuatro de las cinco toneladas adquiridas para abastecer a sus 22 pueblos mancomunados.