Valladolid

Cien años inculcando la importancia de la inclusión a los alumnos en Tudela

Otro detalle importante del que se tiene constancia son los valores que entonces guiaban al centro. «Por la documentación que he visto, más o menos es la misma línea que ahora, aunque se llamaba de otra manera. Pero, sobre todo, el respeto a las diferencia y la pluralidad de ideas», comenta Margarita Trapiello, directora del CEIP Pinoduero.

Y aunque de aquello ya han pasado casi cien años, y las raíces de su árbol siguen siendo las mismas, el troco que sustenta ha cambiado por completo. A día de hoy, son 147 alumnos los que acuden de lunes a viernes a sus instalaciones y dieciséis los profesores encargados de impartirles clase. Además, el colegio es puntero en tecnología e innovación. «Somos centro referente en la infancia con el nivel máximo, el tres. Trabajamos mucho en crear un entorno seguro para el alumnado o en los derechos de la infancia. También somos centro códice cinco, que es el máximo en uso de tecnología que concede la Junta de Castilla y León y hemos recibido muchos premios a lo largo de estos años por el plan de mejora», explica Trapiello.

Si bien el desarrollo y el uso de nuevas metodologías de aprendizaje es importante, trabajar las competencias de una forma más dinámica está a la orden del día en Pinoduero. «Estamos transformando espacios para hacerlos más flexibles, para que se pueda utilizar la tecnología de otra manera y nuevas formas de trabajar con los alumnos por proyectos», añade. Un mini estudio de radio, robótica, impresión 3D y teatro, son algunos de ellos. «Los niños se adaptan muy bien a ello; son herramientas muy motivadoras para ellos», asegura su directora.

Un aspecto en el que inciden mucho es en la inclusión. En concreto, recientemente han entrado a formar parte del proyecto 'Escuelas Visuales' de la Fundación Orange; siendo el único colegio vallisoletano seleccionado para esta iniciativa. «Ha sido una satisfacción y toda una sorpresa porque no esperábamos que el primer año que lo solicitáramos nos fuerana coger», expresa Trapiello. La edición 2024-2025 del programa ha recibido más de 300 solicitudes de centros de Infantil y Primaria interesados en promover una educación inclusiva a través de herramientas visuales. De ellos, tan solo sesenta y cinco han sido elegidos para participar. Más de 2.000 docentes de estos centros recibirán formación, asesoramiento y acceso a recursos visuales que facilitarán la creación de entornos educativos más inclusivos.

«Se trata de hacer que todo sea más visual para favorecer la inclusión de todas las personas», manifiesta. Gracias a la colocación de pictogramas en diferentes aulas, aquellos alumnos de educación especial podrán saber de qué espacio se trata o qué actividades puede realizar en su interior. «Actualmente tenemos varios escolares que les va a venir muy bien, porque ya es algo que se trabajaba con ellos a nivel individual. Pero que lo tengan por todo el centro les va a favorecer mucho», cerciora su directora.

Este proyecto se pondrá en marcha a principios de diciembre y contará también con la colaboración del Ayuntamiento de Tudela de Duero, de la Biblioteca Municipal y del Taller Prelaboral Pinoduero. «Vamos a empezar el 3 de diciembre colocando esos carteles visuales por los espacios», detalla.

El CEIP Pinoduero fue el primer colegio de Tudela de Duero. No fue hasta julio de 1965 cuando se fundó el Colegio La Milagrosa; un centro concertado muy próximo a este primero. Debido al crecimiento poblacional a finales de 1990 y principio de los 2000, en 2001 se inauguró el CEIP Gloria Fuertes; seguido en 2009, del tercer centro público, el CEIP Lola Herrera.

Sin embargo, con el paso de los años, la natalidad ha ido descendiendo en la localidad; un factor que se ha hecho notar en sus aulas. «Teníamos una línea de unos 25 alumnos por clase», señala Trapiello. Pero tras la pandemia, «sobre todo», el número de nuevos escolares ha descendido.

Si bien el centro educativo cuenta con menos niños, es imposible que cierre sus puertas en los próximos años. Así, el año que viene celebrará, oficialmente, su primer centenario. Esta efeméride será empleada por el profesorado para desarrollar ciertas actividades a nivel interno. Será el leitmotiv del Festival de Navidad, de Carnaval o de una obra de teatro. Pero, además, esperan conmemorar este momento colocando una placa en el exterior del centro en el mes de abril; donde ya luce una enorme pancarta, o llevando a cabo una jornada de puertas abiertas.

Margarita lleva nueve años siendo directora del Pinoduero. Para ella, poseer este cargo en un centro con tanta historia y tanta innovación es «un orgullo y un honor». «El equipo de profesores está muy implicado, es gente muy profesional. Se implica mucho en cualquier proyecto, se forma mucho y es más fácil trabajar en un centro en el que cuentan con el apoyo de todo el profesorado», menciona.

El colegio tudelano está al día de las nuevas tecnologías, pero aún hay más aspectos que les gustaría incluir. Como, por ejemplo, internacionalizarlo. «Es una vía pendiente que tenemos para el futuro, ya tenemos un proyecto sobre ello», asevera su directora. Aunque ya se encuentra sumergido en varios programas bilingües. Es el caso del desarrollo de proyectos de cooperación Twinning; por el cual han recibido el Sello Europeo de Calidad. Así, el centro vallisoletano colabora con otras escuelas europeas - de Francia, Turquía y Ucrania - para interrelacionarse en inglés y conocer diferentes culturas.