Valladolid

La CHD se compromete a analizar el Cega tras las últimas inundaciones

Esa noche se vivieron momentos de tensión ante el avance del agua por el casco urbano del municipio, cuyos restos aún se perciben entre las viviendas de los afectados. Por ese motivo, el alcalde del municipio, Alberto Collantes, solicitó una reunión con la presidenta de la CHD, María Jesús Lafuente, que finalmente se ha celebrado este martes. ¿El objetivo? Abordar soluciones para que las riadas no vuelvan a la calle Río (hace 11 años la historia también se repitió).

El listado de peticiones de Collantes era amplio antes de un encuentro que ahora ha valorado como «positivo». De esa reunión, el alcalde se ha traído el compromiso de estudiar el río. «Hay que ver cómo influye el río en el tramo final. Si el agua no ha venido de arriba ha tenido que ser de abajo. He indicado que en ese tramo existen infraestructuras como los puentes de Adif y de la CL-600 que creemos que pueden influir en el caudal», ha recalcado tras finalizar el encuentro.

Un análisis que no se sabe cuándo se efectuará y que ha sido el único compromiso por parte de la CHD, además de mejorar la comunicación entre ayuntamientos y el organismo. Porque entre las solicitudes se encontraba también levantar el muro de contención que en enero se sobrepasó con creces. Esa propuesta de momento no se llevará a cabo, al igual que la regularización del río. «El muro que se creó hace once años nos dio tranquilidad. Ahora tendremos que estudiar qué podemos hacer», ha agregado Collantes.

En la reunión mantenida se han remarcado también las competencias delimitadas por el Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en Castilla y León (INUNcyl), según el cual la única intervención del rganismo de cuenca en emergencias por inundaciones se limita a su inclusión en los sistemas de previsión y alerta del Plan proporcionando mediante sus sistemas de información hidrológica y redes de aforo el estado de los niveles en cauces, que serán datos en tiempo real.

Dentro de ese protocolo, y una vez que se declara la fase de alerta, corresponde a la administración autonómica adoptar medidas preventivas para minimizar todo lo posible los daños humanos, medioambientales y/o materiales que se pudieran producir, así como alertar a la población y entidades locales afectadas a través de sus canales de comunicación.

Desde el organismo se ha planteado también la posibilidad de incorporar medidas de autoprotección frente a inundaciones, especialmente en la zona de las viviendas afectadas por las crecidas como puedan ser válvulas antiretorno, barreras móviles individuales, entre otros elementos de contención.

Con el estado de los ríos de la provincia a la baja, en estos momentos el único que se encuentra en alerta es el Duero a su paso por Quintanilla con un caudal de 160 metros cúbicos por segundo.