Sucesos en Valladolid

Cepa 21 valora en 2,5 millones de euros los daños del sabotaje en la bodega

Se trata de un duro golpe para la empresa ribereña y más si se tiene en cuenta que el vino perdido estaba destinado a elaborar «las marcas más representativas de la bodega», señala José Moro, presidente de la prestigiosa firma inscrita en la Denominación de Origen (DO) Ribera del Duero y situada a los pies de la carretera de Soria (N-122). «Esa es la desgracia», añade el bodeguero en alusión a que en los depósitos vaciados estaba parte del vino más señero de la elaboradora: una parte de dos de sus marcas icónicas (Malabrigo y Cepa 21) y una tercera marca señera, Horcajo, en la que la totalidad de la cosecha se ha ido por el desagüe. De ese vino, lamenta José Moro, «no podremos sacar ni una botella, tan siquiera, de la cosecha 2023». Su valor de mercado ronda los ochenta euros.

De esa misma cosecha es el vino vertido a la alcantarilla de las marcas Malabrigo y Cepa 21, cuyos precios de mercados ronda los 40 y los 20 euros, respectivamente. La cantidad perdida de cada uno de ellos es la misma, 20.000 litros, la capacidad de los depósitos en los que el contenido de los tres esperaba para comenzar su proceso de crianza, que se prolongaría hasta el 2025 y 2026, cuando estarían listos para comercializarse.

José Moro agradece «el apoyo y toda la solidaridad que está mostrando la gente, el cariño hacia la marca». Son muchas muestras de apoyo las que están recibiendo por parte de compañeros del sector, amigos y clientes. «Se están volcando totalmente con nosotros, algo que es gratificante en unos momentos duros, pero esto también te hace más fuerte; la vida es así», indica Moro, quien refleja «que el estado de ánimo está muy tocado».

Lo sucedido «es muy desagradable porque además no tiene sentido. Que te roben tres palés de vino sí tiene sentido, porque por lo menos lo venden o se lo beben, pero llegar y abrir los depósitos para tirarlo a las alcantarillas es muy vil, es muy despreciable, porque, sobre todo, están jugando con el pan de los trabajadores de Cepa 21 y eso es muy triste».

Muchas horas de trabajo y de esfuerzo en la viña y en la bodega que en unos minutos se han ido por el desagüe, «un sinsentido, es una obra vil», recalca Moro, quien se muestra convencido de que «se descubrirá quien han sido los responsables y entonces podremos dar luz a por qué ha pasado esto, pero de momento es un sinsentido».

Ahora la bodega reforzará los sistemas de seguridad para evitar que se repita un hecho como este, seguridad que se aplicará también en los depósitos para dificultar su apertura.

La investigación sobre lo ocurrido está ya en manos de la Guardia Civil. Las cámaras de seguridad de la bodega recogieron la secuencia registrada a las 3:24 horas de la madrugada del pasado domingo. En las imágenes se ve a una persona encapuchada, que vestía un aparente chubasquero de color claro, cuando abre dos de los cinco depósitos de vino (tres estaban llenos y dos vacíos).