El CDR El Sequillo celebra el 25 aniversario del Encuentro Intergeneracional

El Centro para el Desarrollo Rural El Sequillo está de aniversario. Este sábado ha celebrado en el Ecomuseo de Tordehumos la vigesimoquinta edición del Encuentro Intergeneracional, en el que, bajo el título «Un medio rural para comérselo», el gran protagonista ha sido el corral, poniéndose en valor los alimentos que proporcionan los animales criados en este importante espacio de las casas del medio rural y las preparaciones típicas de la zona.

Como cada año las personas participantes disfrutaron de una serie de talleres organizados por el CDR El Sequillo, con un taller en el Ecomuseo, otro de juegos del mundo que permitió un intercambio intercultural y, como no podía ser de otra manera, uno de cocina en el que se elaboraron recetas tradicionales. Además, grandes y pequeños disfrutaron de la visita a un corral del pueblo para ver cómo se crían los animales y se obtienen los alimentos que proporcionan.

Además de los distintos espacios de aprendizaje y ocio, tuvo lugar una gran merienda donde se proyectó un vídeo conmemorativo del 25 aniversario, y en la que las diferentes generaciones de municipios como San Pedro de Latarce, Villafrechós, Medina de Rioseco, Tordehumos, Cabreros del Monte y Villabrágima compartieron charlas, anécdotas y recuerdos «con el objetivo de transmitir y mantener las tradiciones y los saberes para que pervivan en el imaginario de los más jóvenes, y promover así las relaciones y la cooperación intergeneracional tan necesarias en el medio rural«, según explicó la directora del centro, Esmeralda Martínez.

Este encuentro intergeneracional, que comenzó allá por el año 1996 y que ya es una importante cita del calendario comarcal de actividades culturales, ha abordado cada edición diferentes temáticas relacionadas con el mundo rural, acercando a los más jóvenes oficios como el de pastor, apicultor, hortelano o alfarero; trayendo al presente juegos populares, vestimentas, bailes y ritos tradicionales; recordando cómo vivían, trabajaban y disfrutaban de las fiestas los que ahora son abuelos y abuelas. «Se trata de un día en el que mayores y pequeños disfrutan de un espacio de convivencia, diversión y aprendizaje, con el objetivo de intercambiar conocimientos entre las distintas generaciones», según apuntó Esmeralda Martínez.

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