Castromonte busca homologar la ruta del Pantano II para mejorar la seguridad
El sello de calidad del sendero se gestionará a través de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León
Castromonte ha iniciado el proceso para conseguir la homologación de la ruta del Pantano II, de apenas nueve kilómetros de distancia y que conecta la citada localidad con el pantano de La Santa Espina. Para ello, el Ayuntamiento ya gestiona el correspondiente expediente que acredite a la ruta como «sendero local», al tener menos de diez kilómetros.
Todo ello se realizará a través de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León. Para lograr este sello de calidad, el alcalde, Heliodoro de la Iglesia, asegura que buscarán ayudas económicas en la Diputación de Valladolid, a través del área de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación. «La principal razón para homologar un sendero es la seguridad de los caminantes que lo van a utilizar», sostiene.
El trayecto, de apenas nueve kilómetros de distancia, conecta la citada localidad con el pantano de La Santa Espina
Esta ruta se diferencia de la del Pantano I, que conecta el monasterio de La Santa Espina con el pantano, dando continuidad la una a la otra. En este sentido, De la Iglesia explica que detrás de cualquier itinerario marcado y homologado por una federación, el senderista tiene que encontrar una señalización completa, de todos los cruces, que le permita el autoguiado sin pérdida, un trazado exento de riesgos. Es decir, una información 'in situ' de las características físicas más importantes –como distancia, desnivel o recomendaciones, entre otras– a través de publicaciones o páginas web. También deben controlarse y mantenerse las condiciones iniciales del sendero. Este sendero, de 8,87 kilómetros, con inicio y final en Castromonte, conecta el municipio con el pantano de La Santa Espina en un trayecto que discurre por una senda encajada, en su primer tramo, en las revueltas del valle del río Bajoz, con la presencia de huertas, prados, alamedas y pequeños campos rodeados de almendros.
Numerosas especies
Además, durante cerca de dos kilómetros se pueden observar las ruinas del denominado molino nuevo, que conservan arcos de piedra, piedras molineras y los huecos de un palomar en ruinas. Continúa el sendero por un valle en el que abundan robles, encinas y almendros. A lo largo del mismo, además, se pueden contemplar numerosas aves que allí habitan. Se trata de un lugar de gran importancia ornitológica y en el que habita el curioso tritón gallipato español, una especie que solo se encuentra en la Península Ibérica y Marruecos.
En la actualidad, es uno de los cotos más importantes de España de tencas y bermejuelas que gestiona la Junta de Castilla y León, donde cohabitan numerosas especies animales y vegetales, tales como la garza real, aguilucho lagunero, el martín pescador, las garcetas, los zampullines, la focha o el cormorán, entre otros. El gato montés, el jabalí, el tejón, el lobo y el zorro son algunos de los mamíferos que allí viven.
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