Secciones
Servicios
Destacamos
Un año más, y ya van ocho, los vecinos de Castrillo de Duero se han puesto sus mejores galas y se han acicalado para asistir -durante la tarde de este sábado- a la boda de todo un héroe nacional, para acudir a los esponsales de ... su ilustre vecino Juan Martín Díez el `Empecinado´ -nacido en la localidad en 1775- con Catalina de la Fuente, vecina de la cercana localidad burgalesa de Fuentecén.
Un año más, de nuevo la iglesia de la localidad se llenó, hasta el coro, para ver en persona la bendición del compromiso de la pareja, pues en esta teatralización no falta ni el cura. Ni tampoco el beso de los novios tras el `sí quiero´, representados por los actores César Catalina y Susana Aguado, quienes, además, esta vez obsequiaron a los presentes en la ceremonia con unos bellos versos de amor que se dedicaron mutuamente ya como recién casados.
Noticia Relacionada
La Asociación Empecinados por Castrillo de Duero, promotora de este acto, conjuntamente con la Asociación Cultyocio, han vuelto a convocar esta atractiva, animada, trabajada y simpática escenificación en torno a la figura del héroe de la Guerra de la Independencia que, año tras año, concentra a medio millar de asistentes. En cuanto a los personajes de la puesta en escena, en esta edición han participan 58 personas. Además de vecinos de Castrillo y de municipios cercanos, en esta ocasión la Asociación Buezillo se ha sumado a la recreación, como también lo ha hecho la Asociación Fuentelpino -de Fuentecén- con alguno de sus socios. Todos los participantes iban ataviados a la usanza de finales del siglo XVIII.
La teatralización comenzaba -en la plaza de Santa Marta- con la bienvenida a los invitados de Fuentecén -población de la novia- por parte del alcalde ficticio de Castrillo de Duero. A partir de ahí se ponía en marcha una larga comitiva que recorrió varios puntos del municipio en busca de la pareja para acompañarla a la iglesia. El primer enclave por el que se pasó, y en el que se detuvo unos momentos el cortejo, fue el puente del arroyo Botijas, donde, dos vecinas que acarreaban agua en cántaros intercambiaban chascarrillos acerca de la pareja. Desde ese punto, el cortejo -con música de dulzaina- acudió a buscar al novio.
Con el Empecinado incorporado al gran grupo nupcial, se partió a buscar a Catalina, quien se hizo de rogar antes de salir a la calle. Incorporada a la festiva procesión, todos se dirigieron a lo más alto del municipio, donde está la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Allí se consumaron los esponsales y, tras ello, la multitud se dirigió a la Plaza de la Constitución a festejar el casamiento.
Una de las características principales de esta recreación, además del toque de humor que la impregna, es la renovación constante de cada representación, lo que hace que se mantenga muy fresca y viva y no pierda su poder de atracción.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.