Campaspero surca su historia labrando la de otros lugares. Es como firma de cantero en los sillares que esculpe, sillares de sus famosas canteras que han levantado monumentos «de la magnificencia del castillo de Peñafiel, la catedral de Valladolid, su Universidad...», señala el historiador peñafielense Jesús de la Villa. Toda su historia de cantería la muestra el Museo de la Piedra.
Publicidad
El nacimiento del pueblo llegaría con la fundación del cercano Convento de Santa María de Oreja, entre el siglo XI y XII.
Noticia Relacionada
Sobre su nombre, la tradición recoge el mito de que surge de dos encuentros, uno amoroso y otro bélico. En tiempo de conflictos entre cristianos y musulmanes, allí se citaron dos amantes, de los dos credos, como también lo eran los dos ejércitos que allí se retaron –uno de Cuéllar y otro de Peñafiel–.
El mito '¡En el campo te espero!' ahora lo recrean los vecinos con una espectacular puesta en escena por calles y plazas. La hipótesis de De la Villa es que Campaspero surge de campus, campo, y del adjetivo latino asper, aspera o asperum, que significa duro, rugoso: campo áspero. El adjetivo evolucionaría asociándose al color blanco, lo que derivaría en «campo blanco, como el terreno calizo que rodea el pueblo».
El apelativo podría derivar también de su posible fundador. Pero Siello, en el siglo XII, cuando se documenta la integración de este municipio en la Jurisdicción de Cuéllar, en 1184. Pertenecía a la Comunidad de Villa y Tierra cuellarana, hasta que en el siglo XIX pasó a formar parte de Valladolid y del partido judicial de Peñafiel.
Durante siglos comparte destino con Cuéllar, cuyo señorío formó parte del patrimonio real hasta que, en 1464, el rey Enrique IV se lo da a su valido, don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque.
Siglos XI y XII: Fundación de Campaspero.
Año 1184 Campaspero forma parte de la Jurisdicción de Cuéllar. Originalmente, pertenecía a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, hasta que en el siglo XIX pasó a formar parte de Valladolid.
Siglos XIX y XX: El periodo de progreso y el despegue llega con el aumento de población y se produce su crecimiento social, económico y cultural.
Un gran estudioso del Sexmo de Valcorba, el historiador José María Viloria, en su obra 'Curiosidades Históricas' expone que su repoblación pudo realizarse después de otros municipios del sexmo y que hasta la segunda mitad del siglo XVII no superaría la treintena de vecinos.
Publicidad
Noticia Relacionada
El periodo de progreso llega en el XIX, con «estabilidad y asentamiento» y «progresiva expansión, sobre todo en el aspecto demográfico». El esplendor llega enel siglo XX donde «alcanza la cota máxima en los aspectos demográfico, social, económico y cultural».
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.