Camino de Santiago desde Rioseco por la ruta mozárabe sanabresa

Con 25 kilómetros, la primera etapa discurrió entre las localidades zamoranas de Granja de Moreruela y Tábara. Muy de mañana, los 26 peregrinos se desplazaron hasta el pueblo de Granja de Moreruela, en cuyas cercanías se hallan las ruinas del monasterio de Santa María de Moreruela. Este monasterio fue uno de los primeros monasterios edificados en la península ibérica por la orden cisterciense y que tuvo gran importancia estratégica en la Vía de la Plata.

A su paso por la ruta, en una mañana de muy buen tiempo, los peregrinos riosecanos pudieron disfrutar de bellos paisajes marcados por la gran variedad vegetal, entre los que destacaban las encinas y los pinos, así como la numerosa cabaña ganadera existente en la dehesa de la Guadaña. Tras cruzar el espectacular puente Quintos sobre el río Esla, construido en 1920, los peregrinos, con mucha precaución, tuvieron que sortear una escabrosa ladera de piedras para introducirse en un frondoso sendero de vegetación que sigue la orilla del rio, hasta que llegaron a la atalaya donde se encuentra el yacimiento arqueológico de El Castillón. Desde este punto estratégico, los peregrinos pudieron contemplar las excelentes y maravillosas vistas panorámicas de este entorno natural.

Siguiendo por las pistas de concentración y tras un breve descanso para reponer fuerzas, entraron en la localidad de Faramontanos de Tábara, donde hicieron un pequeño alto para visitar la iglesia de San Martín, consagrada a finales del siglo XIII. Al mediodía, tras cinco horas y media aproximada de caminata, los peregrinos llegaron a su destino final en la localidad de Tábara, capital de la comarca de Tierras de Tábara, en la que disfrutaron de una merecida comida de confraternidad.

Como fin a una excelente jornada, se llevo a cabo la entrada al albergue de peregrinos, donde conversaron con el hospitalero, que amablemente les ofreció en sus instalaciones un café y un buen rato de conversación. Posteriormente se continuó con una visita a los monumentos de la localidad, destacando la iglesia de Santa María, que alberga el Centro de Interpretación de los Beatos, donde se pueden admirar los facsímiles de diez Beatos, entre ellos, tres de los elaborados en el scriptorium del monaterio de San Salvador de Tábara, uno de los más importantes centros de elaboración de códices medievales en la Península Ibérica durante el siglo X.

El secretario de la asociación, Jaime Izquierdo, que ya conocía esta ruta jacobea, expresó que había una excelente y completa jornada con «buen tiempo, magnífico ambiente y muy bellos paisajes». La siguiente etapa será el domingo, 16 de marzo, entre las localidades de Tábara y Santa Marta de Tera, con unos 22 kilómetros. La actividad está abierta a todas las personas que quieran participar.