Cae una banda que robó casi 11 kilómetros de cable telefónico en Valladolid

Las sustracciones han ocasionado a la empresa de comunicaciones daños por valor de más de 100.000 euros

El Norte

Valladolid

Viernes, 15 de noviembre 2024, 12:58

La Guardia Civil de Valladolid ha procedido a la detención de siete personas como presuntas autoras de un delito de pertenencia a grupo criminal, delito continuado de hurto de cable de cobre de la red de telefonía y un delito continuado de daños en las localidades de Peñaflor de Hornija, Castromonte y Olmos de Esgueva. Las sustracciones han ocasionado a la empresa de comunicaciones daños por valor de más de 100.000 euros, ya que en los hechos esclarecidos se sustrajeron unos 19.380 kilos, el cobre correspondiente a los 10.850 metros de cable aéreo sustraído.

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La investigación se inició a raíz de varias denuncias presentadas por la empresa de telefonía, relacionadas con la sustracción de cableado aéreo de telecomunicaciones ente los días 24 de octubre y 11 de noviembre de 2024. Los agentes pudieron recopilar información relevante gracias a los testimonios de varios vecinos. Según relataron, durante las noches en que se cometieron algunos de los robos, observaron la circulación de vehículos que se desplazaban de manera sospechosa por las carreteras que conectan con las poblaciones perjudicadas. Los testigos, además, proporcionaron datos claves al aportar las matrículas de estos vehículos, lo que resultó fundamental para el avance de la investigación.

Con los datos obtenidos de los vehículos sospechosos, así como fruto de las primeras pesquisas e intercambio de información con otras unidades policiales, se pudo relacionar a los vehículos con un grupo de personas, con domicilio en un asentamiento de la localidad de Córdoba, presuntamente integrantes de un grupo criminal dedicado a la comisión de robos de cobre. Según avanzaba la investigación se pudo evidenciar, cómo los integrantes del grupo criminal se desplazaron en varias ocasiones hasta la provincia de Valladolid, entre los meses de octubre y noviembre.

Con esta información, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia sobre los objetivos identificados. Como resultado de este operativo, en la tarde-noche del día 10 de noviembre se detectó a las personas investigadas desplazándose en varios vehículos hacia la provincia de Valladolid. En concreto, se dirigieron a la localidad de Peñaflor de Hornija, un lugar donde previamente ya habían cometido dos sustracciones de cable de cobre.

El esfuerzo de vigilancia sobre los vehículos dio resultados positivos cuando ya de madrugada por parte de los agentes, observaron como dos vehículos sometidos a vigilancia circulaban sentido a la autovía A-62 de Valladolid, siendo interceptados e identificados los ocupantes en el término de Zaratán, tratándose de siete personas que vestían con ropa oscura con evidentes signos de haber estado en el campo al estar manchados de barro y mojados.

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Tras proceder a la apertura de los vehículos, se descubrió una furgoneta cargada de mangueras de cobre de cable, cortado en tramos de entre dos y tres metros de longitud cada uno, así como una escalera telescópica de aluminio, presuntamente para acceder y cortar el cableado aéreo, ropa de abrigo oscura y guantes, linternas frontales, guantes y herramientas utilizadas para el corte del cableado.

La Guardia Civil realizó gestiones con la empresa del cableado, dando como resultado que el material localizado en el interior de la furgoneta, procedía de un hurto de 2.350 metros de cable aéreo de telefonía entre las localidades de Castromonte y Peñaflor de Hornija, valorado en 10.250 euros, a falta de una cuantificación pericial definitiva, por lo que procediendo a la detención de las siete personas que en ese momento circulaban en los dos vehículos, siendo intervenidos junto con los 2.100 kilos de cable que trasportaban.

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Asentados en Córdoba

Los sospechosos que residen en asentamientos ubicados en la periferia de Córdoba, se trasladaban a la provincia de Valladolid con vehículos de gran capacidad de carga a nombre de terceros para evitar ser identificados. De madrugada se repartían las funciones. Varios de los individuos, con la ayuda de una escalera telescópica para subir a los postes de madera, realizaban cortes para hacer caer al suelo el cable, mientras que otros realizan labores de vigilancia con vehículos.

El corte de cable lo realizaban en zonas en las que la línea de telecomunicaciones discurría por tierras de labor o zonas de monte bajo, algo que les facilitaba la ocultación durante la ejecución de los robos. A la vez, cortaban el cable sustraído en tramos pequeños, de tres o cuatro metros, para facilitar su manejo a la hora de la carga.

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Después, desplazaban las furgonetas hasta la zona de corte y cargaban todo el cable sustraído, desplazándose posteriormente hasta sus domicilios, donde quemaban la cubierta plástica que protege al cable de cobre, para evitar su identificación y facilitar su trazabilidad. De esta forma, según fuentes del Instituto Armado, realizan la venta de cobre obteniendo así un rápido y limpio beneficio económico.

Esta operación se suma a otras dos ya realizadas por la Guardia Civil en Valladolid y en las que se desarticuló a dos grupos criminales dedicados a la sustracción de cable. En total han sido detenidas diez personas y se está pendiente de detener a otras cuatro personas que en el momento de las explotaciones de las operaciones habrían huido de España.

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