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jota de la fuente
Viernes, 17 de junio 2022, 01:10
Ei hecho histórico que ha marcado la historia de Cabezón de Pisuerga acaeció a principios del siglo XIX, como consecuencia de la Guerra de la Independencia. La voladura del tercer ojo del puente de la época romana cerró una etapa histórica en el entorno del Pisuerga.
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Al comenzar el mes de junio de 1808, Valladolid se encuentra en estado de sublevación contra las tropas francesas. Al conocerse en la capital la aproximación del enemigo, los paisanos más entusiastas se encaminan al puente de Cabezón donde piensan detener a los franceses. A las diez de la mañana del 12 de junio, las fuerzas napoleónicas se enfrentan con el grueso del ejército de Cuesta, y el general francés Bessieres, al apreciar lo absurdo del dispositivo español, se decide a precipitar los acontecimientos. Los estudiantes, junto a los paisanos de los pueblos de Valladolid que se les han unido y los vecinos de Cabezón luchan bravamente. Resisten las primeras acometidas, pero en menos de una hora todo ha terminado.
Cuatro años después, al mando del ejército aliado se encuentra a finales del mes de octubre de 1812 el general inglés Lord Wellington, quien durante 3 días pernoctará en la mejor vivienda del municipio. Al atardecer del 26 llegan los franceses a Cabezón, posicionándose en la llanura frente al puente, hoy el barrio nuevo y la urbanización Santa María. El general al mando francés, establece su cuartel general en el Monasterio de Palazuelos.
Historia Antigua: El poblado vacceo de este lugar mantiene una dura lucha con la legión romana del General Lúculo, resistiendo para que los romanos no les invadiesen.
Junio de 1808: Las fuerzas francesas toman Cabezón tras apreciar lo absurdo del dispositivo español. Las tropas napoleónicas decide precipitar los acontecimientos.
Octubre de 1812: El ejército aliado, ya con Wellington a la cabeza, inicia la defensa de Cabezón antes de lanzarse a la reconquista de Valladolid de las tropas francesas.
Las primeras luces del día 27 revelan una densa niebla que imposibilita ver la orilla opuesta del río. El ataque francés tiene que demorarse hasta las 9 de la mañana, momento en que se ordena a la infantería ligera francesa atacar el puente. Las baterías instaladas por el ejército de Wellington y la colaboración de los pocos vecinos que se han quedado en Cabezón impiden a los franceses cruzar el río, teniendo que retroceder.
Wellington ya no tiene motivos para continuar en Cabezón y parte con sus tropas hacia Valladolid, ordenando antes volar el tercer arco del puente. Los habitantes de la villa ven con pesar descender los restos de la construcción río abajo, sólo hace unos 20 años que se había restaurado. Pasarían 40 años hasta que el puente quedara definitivamente arreglado.
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