El cementerio de Serrada, este miércoles, con las tumbas ya cerradas. M. Á. R.

Sucesos en Valladolid

Buscan a los autores de la apertura de una decena de tumbas en el cementerio de Serrada

La Guardia Civil investiga los hechos y el Ayuntamiento confirma que no llegaron a profanarse las sepulturas

M. Á. Rochas

Serrada

Jueves, 9 de mayo 2024, 00:04

La Guardia Civil investiga los hechos ocurridos en la víspera del pasado 1 de mayo en el cementerio municipal de Serrada, cuando descubrieron una decena de tumbas abiertas sin que, en principio, los autores llegaran a profanar las sepulturas.

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Así, los vecinos se despertaron en ... la jornada festiva del miércoles de la semana pasada con la desagradable sorpresa de que alguien había accedido al cementerio y había movido las lápidas de mármol que cubren las sepulturas, sin haber llegado en apariencia a profanar los ataúdes y sin causar más daños que los morales a los allegados de los finados allí enterrados.

El alcalde de Serrada, César López, recuerda que a primera hora de la mañana del pasado miércoles recibieron aviso de lo ocurrido y el personal del Ayuntamiento y él mismo acudieron al cementerio y cerraron las tumbas.

Los hechos están castigados con penas de tres a cinco meses de prisión

«Solo había diez tumbas abiertas, algunas muy poco abiertas y otras más de treinta centímetros, que se cerraron y se pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil», relata el regidor antes de reconocer que, al principio, pensaron que «había sido una chiquillada, pero tal y como lo estableció la Guardia Civil no podía ser por el peso que tenían y la cantidad que movieron».

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Según explica el alcalde, el cementerio está abierto las 24 horas, si bien a partir de estos hechos anticipa que van a incrementar la vigilancia en el recinto y a cerrarlo por las noches.

El artículo 526 del Código Penal castiga «al que, faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un cadáver o sus cenizas o, con ánimo de ultraje, destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o nichos» con penas de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a diez meses.

Los hechos recuerdan, aunque sin el mismo alcance, a los ocurridos en el mismo camposanto el 6 de enero de 1994, si bien entonces se profanaron más de un centenar de tumbas entre Serrada y Foncastín y los daños materiales ascendieron a cincuenta millones de pesetas (300.000 euros).

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