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Comercio La Valenciana en la Plaza Mayor de Medina, propiedad de la familia de la fallecida, María Luisa López. Patricia González
Coronavirus en Valladolid: «Era besucona y muy cariñosa, nadie hablaba mal de ella»

«Era besucona y muy cariñosa, nadie hablaba mal de ella»

El virus consterna a Medina con la muerte de María Luisa López de la Hoz, de 85 años y muy conocida por La Valenciana, el negocio de su marido, también hospitalizado

Jueves, 26 de marzo 2020

«Era una excelente persona, nadie hablaba mal de ella. Era afectiva, muy cariñosa y besucona, igual podía dar por la calle cuarenta besos al día». Así habla un amigo de la familia (que prefiere mantener su anonimato) al referirse a María Luisa López de la Hoz, la mujer de 85 años que murió el lunes por la tarde en el Hospital de Medina del Campo víctima del coronavirus. «Tenía la espalda inclinada y respiraba mal. Hacía años que no salía a la calle», añade el allegado de la familia, en especial de Miguel Rojo López, el marido de María Luisa, de 91 años y que fue ingresado con su esposa hace días en el hospital, infectado también por el Covid-19. «Está un poco mejor», se limitaba a señalar Elena, uno de los seis hijos del matrimonio (los otros son Miguel, María Luisa, Asunción, Nicolás y Araceli), que ni pueden ver a su padre, ni han podido despedir a su madre con un funeral.

Los restos de María Luisa López fueron incinerados el martes por la mañana en el crematorio del Tanatorio El Carmen de Medina del Campo, y ahora la familia que regenta las tiendas La Valenciana, en la Plaza Mayor, sigue en vilo el estado de salud de su padre, de cuya familia procede el negocio y esos dos populares comercios, el primigenio dedicado a artículos de regalo y decoración y el otro, ubicado en un inmueble de tres alturas adquirido a la sociedad recreativa El Comercial, dedicada a la venta de electrodomésticos.

Elena y Nicolás son los dos hijos que atienden tras el mostrador, cerrado ahora por el virus. Como apuntaba Elena a este periódico, ellos y sus hermanos suponen la cuarta generación del negocio de la familia de su padre. Miguel Rojo fue el fundador de una empresa creada en el año 1890, según se apunta desde la asociación de Empresarios Círculo de Progreso de Medina del Campo, consternada por el fallecimiento de María Luisa López de la Hoz, cuyo padre fue un conocido médico de Medina del Campo, Nicolás López.

Según comentaba ese amigo de la familia, los orígenes familiares están en Jérica, un municipio de la Comunidad Valenciana, de ahí el nombre de las tiendas. Miguel Rojo dio paso a sus hijos Aurelio y José al frente de los negocios, pues su otra hija, Filomena, se fue a Salamanca. Aurelio y José fueron la segunda generación, y el marido de la fallecida el pasado lunes, Miguel Rojo López, supuso la tercera. El hombre de 91 años que lucha ahora a brazo partido contra el virus en el Hospital de Medina vivía con su mujer en un chalé en la calle de Los Lagares de la localidad, aunque antes lo habían hecho en el Palacio del Marqués de Foncastín, en la calle Marqués de Quintanilla, ya que José, antecesor de Miguel Rojo, se casó con una mujer cuyo padre era administrador del marqués y adquirieron con posterioridad el palacio.

«Era una familia muy conocida en Medina del Campo y con la que mantengo buena amistad, pero tan solo les he transmitido mi pésame», señalaba por su parte el alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, del PP, que gobierna con los votos a favor de sus ocho concejales y el apoyo de las dos ediles de Ciudadanos, Susana Herrera Cea y Cristina Rojo Blanco, esta última nieta de la mujer fallecida.

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