Situada en medio de una amplia vega, en plena Tierra de Campos, a la falda de los Montes Torozos, Benafarces ha aportado su granito de arena en la construcción de la historia regional y nacional. A fecha de hoy, el municipio disfruta de la tranquilidad, el sosiego y la naturaleza de las poblaciones agrícolas, pero en su trayectoria ha tenido momentos más convulsos.
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Cuenta la historia que la localidad fue saqueada por las tropas de la Francesada, seguramente en represalia y venganza por ser la cuna de uno de los héroes guerrilleros, Zenón García, quien se hizo famoso luchando al lado de El Empecinado y de Espoz y Mina, durante la Guerra de la Independencia, allá por 1809. Se dice que en desagravio, donó a la iglesia una bandera ganada a las tropas de Napoleón. Finalizada la guerra, Zenón García fue reconocido por su valor y servicio a la nación, concediéndole el rey el nombramiento de teniente coronel agregado al Regimiento de Caballería del Príncipe.
Esa iglesia, testigo de las andanzas del guerrillero, sigue en pie en la Plaza Mayor. Es un edificio en honor a la Virgen de la Asunción, de notable cantería, que se eleva sobre el caserío y es una de los templos de mayores dimensiones de la comarca. Su estructura destaca sobre la llanura y tuvo que ser impresionante con su torre, ahora desaparecida. De estilo renacentista, fue inaugurada en el año 1572. Tiene una sola nave de gran amplitud, cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntada, reforzada con arcos fajones y adornada con yeserías barrocas. Actualmente, la parte más sorprendente de la iglesia se halla a los pies, donde hace años existió esa torre que ha sido sustituida por una gran cristalera soportada en metal que cubre el gran vano apuntado de la nave. «El Ojo de Dios», por la luz que entra.
De ello no quedan restos, pero está constatado que hace siglos Benafarces tenía un castillo que pertenecía a la línea de defensa de los Castillos Frontera, a la que también se vinculan otros castillos de la zona. Paseando por el pueblo también destaca el edificio de las antiguas paneras, que se compone de dos locales similares, flanqueado uno de los lados de la ajardinada plaza, con la Casa Consistorial en frente. Una de las paneras alberga una colección particular de objetos sobre la antigua cultura.
Guerra de la Independencia: La localidad fue saqueada por las tropas de la Francesada.
Año 1572: Se inauguró la iglesia de La Asunción, de estilo renacentista y la de mayores dimensiones de la comarca.
Origen: Un pueblo deorigen árabe, Uanifarages, aunque no hay constancia reciente de ese apellido en el municipio.
La cerca del cementerio, abierto por una artística portada, así como las vistas de todo el pueblo desde donde estaba situada la ermita, el camino a las canteras y un caserío lleno de arquitectura popular del barro son otras señas singulares.
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Otra muestra de la historia está en su laguna, un antiguo humedal desecado a finales de los años 50 con fines agrícolas sobre una superficie de unos 5.000 metros y que está en proceso de puesta en valor.
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