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José Moro, entre sus viñedos en la Ribera del Duero. FRAN JIMÉNEZ
José Moro: de la tierra al esmoquin

José Moro: de la tierra al esmoquin

Tercera generación de una familia que es sinónimo de Ribera del Duero, José Moro no da un paso atrás, sino a un lado

Martes, 5 de abril 2022, 00:03

Con su enjuta planta no exenta de aires de torero, José Moro Espinosa (Pesquera de Duero, 1959) encarna como nadie el éxito del vino de la Ribera como un producto que aúna historia, calidad y modernidad. No es habitual que la generalidad –ni de la gente ni tampoco del público especializado– le ponga cara al bodeguero de su caldo favorito. O eso sucedía hasta que llegó él.

Moro ha sabido apostar como nadie por dos vertientes que se han demostrado fundamentales y complementarias: la innovación en el ámbito de la enología y la promoción comercial del producto en primera persona. Sobre la primera, ahí está su apuesta por la variedad de tempranillo 'tinto fino', que a comienzos de siglo le llevó a arrancar vides para sustituirlas por injertos de las viñas heredadas de su abuelo y más adelante, en 2019, a convertirse en el primer bodeguero en entrar en la lista de los 100 empresarios líderes en innovación de Forbes España.

Respecto a la segunda, no hace falta más que darse una vuelta por sus redes sociales para constatar que este empresario vende sus vinos (y, por extensión, la Ribera del Duero entera) como nadie: foto con Gwyneth Palthrow, foto con Iker Casillas, encuentro con Pau Gasol o actuación en directo haciéndole los coros a los Celtas Cortos. Si están sus hijas cerca y aparece una guitarra, la sobremesa no será corta.

El hasta ahora presidente de Bodegas Emilio Moro y de Cepa 21 comenzó a levantar este último proyecto, en el que prevé centrarse a partir de ahora, en el año 2000 en plena 'milla de oro' de la Ribera del Duero. Seis años después culminaba la construcción de una bodega de instalaciones vanguardistas que trabaja con clones de tinto fino de Emilio Moro. A sus casi 63 años conserva la ilusión y el gusanillo que le picó en su infancia en los años 60, cuando su padre le daba una vela y un cepillo y le mandaba a limpiar las cubas.

Desde la labor más humilde a la más glamurosa, él las ha desempeñado todas. Con las botas hundidas en el barro o vestido de esmoquin recogiendo un premio en Miami. José Moro representa, junto a sus tres hermanos –Javier (que se hará cargo de Bodega Emilio Moro), Rubi y Fabiola– la tercera generación de una familia que, con perdón, lleva el vino en la venas. La receta de su éxito, según él mismo cuenta, tiene solo tres ingredientes, pero los tres esenciales: tradición, innovación y responsabilidad social. En 1987, cuando apenas un puñado de bodegas salpicaban las laderas del Río Duero, José Moro decidía utilizar los nombres de su padre y su abuelo para crear una marca y comercializarla. El resto es historia.

En cuanto al tercer ingrediente, en 2008 promovió la Fundación Emilio Moro para poner en práctica el compromiso social de la bodega. En España trabaja con jóvenes en riesgo de exclusión social. Más allá de las fronteras financia proyectos escolares en México e infraestructuras en poblados indígenas de Colombia.

Futbolero y escritor aficionado

No le dice que 'no' a nadie ni a nada. El lunes puede estar en un congreso de economía circular, el martes en un patrocinio de deporte inclusivo, el miércoles en un acto sobre exportaciones y, así, sucesivamente. Su pasión por el Real Valladolid le llevó a invertir en el club (fue vicepresidente) durante la etapa de Carlos Suárez, una experiencia que no terminó demasiado bien, con un pleito a cuenta de un préstamo incluido.

Cuando se le pide que se autodefina, dice de sí mismo que es «emprendedor, inquieto y siempre con afán por sorprender». En 2000 publicó el libro 'Si lo sabes escuchar, el vino te habla', donde detrás de esta frase que solía utilizar su padre cuenta sus experiencias y las dificultades con las que se ha encontrado en su camino al éxito. Un éxito del que, de momento, tienen noticia en más de 70 países. Son todos aquellos en los que se puede disfrutar de una botella de Emilio Moro o de Cepa 21.

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