Baños fluviales en lugar de chapuzones en las piscinas
Calor ·
La Junta solo considera aptas para el baño las aguas de dos ríos en la provincia, pero eso no impide que los vecinos de los pueblos y la capital acudan a otros a refrescarse en este verano atípico de pandemia
La pandemia de coronavirus ha llevado a algunos ayuntamientos rurales a mantener cerradas las piscinas municipales durante esta atípica temporada estival, como medida preventiva para evitar contagios. Ahora bien, muchos vecinos no se resignan a pasar este verano –que además se prevé más caluroso de lo habitual– sin darse un chapuzón. De ahí que los ríos y embalses de la provincia, de por sí frecuentados en esta época, acojan estos días a nutridos grupos de bañistas deseosos de refrescarse, fundamentalmente niños y adolescentes. Se trata de una nueva fuente de preocupación para los alcaldes de los pueblos a los que pertenecen, que carecen de los medios para controlar que se cumplen las normas de seguridad y distancia social. Y ello a pesar de que en Valladolid la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Castilla y León solo considera apta para el baño el agua de dos playas fluviales: la de Las Moreras, al paso del Pisuerga por la capital, y la de Quintanilla de Arriba, en el Duero.
■ Comarca de Peñafiel
Esta última se encuentra en la comarca de Peñafiel. Pero no es la única zona de este entorno del este provincial donde vecinos y visitantes aprovechan para nadar cuando aprieta la canícula. En el mismo término municipal peñafielense sobrevive a la apertura de las piscinas, hace ya varias décadas y operativas también este verano, el llamado Valdobar, una playa del río Duratón –de aguas poco profundas– ubicada a las afueras de la localidad, que se integra en un parque público en el que se ha construido una ermita erigida en honor del patrón, San Roque. Aguas arriba del Duratón otro lugar que se utiliza para bañarse se ubica en Rábano, en las inmediaciones de un gran parque público situado junto al casco urbano.
Vigilancia similar a la de otros años, pero con atención a las distancias
Los ríos y embalses de la provincia cuyas aguas no están catalogadas por la Junta de Castilla y León como aptas para el baño no cuentan con un refuerzo «especial» de vigilancia por parte de las autoridades. Así lo confirma el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, quien asegura que no se han dado «órdenes concretas» a los agentes para que tengan una «vigilancia especial». «Con que hagan el mismo control que hasta el momento, por ahora es suficiente», señala Álvarez, al tiempo que incide en que «se está controlando exactamente igual que se hacía antes, pero ahora teniendo en cuenta la normativa de la Junta en cuanto a distancias de seguridad». «Están un poco más pendientes de los comportamientos de la gente que va a estas zonas, y también se está teniendo una colaboración estrecha con la Policía Local para que ambos cuerpos se impliquen», sentencia.
Otra de las zonas de baño más populares de la provincia es el embalse de Encinas de Esgueva. Un enclave que lleva varias semanas, desde junio, recibiendo a bañistas que suelen llegar de Valladolid capital y de municipios cercanos de Burgos y Palencia, pues Encinas se ubica junto a los límites de esas provincias. Los usuarios suelen situarse principalmente en las dos zonas desde las que el acceso al agua resulta más fácil y donde disponen de espacio para acomodar la toalla. Además en una de ellas hay una frondosa arboleda, que proporciona una agradable sombra.
■ Norte de la provincia
El río Cea baña el norte de la provincia y sirve para que algunos vecinos de los pueblos ribereños, en especial niños y jóvenes, se den un chapuzón. Es el caso de los habitantes de Melgar de Arriba donde, al no abrirse las piscinas municipales, grupos de menores se bañan en el río junto a la zona de ocio. Lo mismo ocurre en otros pueblos como Melgar de Abajo o Saelices de Mayorga.
En Medina de Rioseco, a pesar de que sí están en funcionamiento las instalaciones públicas de baño, es habitual ver a los más pequeños de la casa y a los jóvenes remojándose en las aguas del Canal de Castilla, sobre todo en las esclusas séptima y sexta, en el término municipal de Tamariz de Campos. Por su parte, los niños de Valverde de Campos se podrán bañar la próxima semana en el pontón de piedra que hay junto a la Fuente Vieja, una construcción del siglo XVIII que se encuentra en un espacio que el Ayuntamiento ha recuperado como lugar de ocio. Durante años el pontón se utilizó para lavar la ropa, por aquel entonces a mano.
Personas a la sombra junto a la presa del Molino Nuevo de Valviadero en el Eresma, en Alcazarén.
Cruz Catalina
■ Tierras de Medina
Los vecinos de la comarca Tierras de Medina suelen ser de los que acuden con asiduidad a pasar una jornada social a diversos cauces de ríos como el Adaja. Es el caso de los habitantes de poblaciones como Valdestillas, Matapozuelos, La Zarza y Ataquines, entre otros. «En nuestra zona siempre ha sido tradicional ir al río para pasar la tarde o incluso para bañarse, pero desde que hay piscinas municipales en muchos de los pueblos el río pasó a un segundo plano», asegura el alcalde de Valdestillas, Alberto Sanz, que concreta que «el Adaja, a su paso por las localidades más próximas a Valdestillas, siempre fue la zona de baño de manera histórica, pero lo cierto es que en los últimos años la dejadez en el mantenimiento de las riberas por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha posibilitado que la afluencia descendiera». En este sentido, el regidor advierte de que «ahora son extranjeros los que van al río y hacen hogueras que no están permitidas. Nos tememos que cuando el mercurio registre temperaturas muy elevadas se pueda desbordar la cosa y crear problemas», dice.
Este mismo sentir es el que tiene el alcalde de Ataquines, Héctor Arroyo, que recuerda que el pasado fin de semana el río Adaja colgó el cartel de completo. «Nos comentaron que ya había grupos de gente de diversos municipios y por el momento no está siendo un problema, pero tenemos miedo de que se creen aglomeraciones de gente, ya que si no hemos abierto las piscinas para impedir más contagios de la covid-19 y ahora la gente va al río sin control vamos a tener un grave problema», sentencia.
Señalización de las zonas autorizadas para garantizar la seguridad
La Consejería de Cultura y Turismo señalizará las zonas de baño autorizadas en Valladolid para garantizar la seguridad y facilitar información sobre aforos, distancias de seguridad y normas higiénicas y sanitarias a los usuarios. Serán los ayuntamientos donde se ubican estos espacios los que decidan cuándo instalar estas demarcaciones, elaboradas a partir de las recomendaciones incluidas en los manuales de buenas prácticas elaborados por la Secretaría de Estado de Turismo. No obstante, las fuentes consultadas sostienen que los modelos ya se repartieron y se instalarán en los próximos días.
La elevada afluencia de personas al río Adaja en las proximidades del municipio de Matapozuelos también ha sido el tema de conversación de muchos vecinos del lugar, que comentan que «había mucha gente y de muchos pueblos» en esa zona.
■ Tordesillas
El alcalde de Tordesillas manifiesta que la ribera del Duero a su paso por el municipio y su playa siempre ha sido «una de las zonas de esparcimiento de la localidad». Este año, a pesar de que el Ayuntamiento ha decidido mantener clausuradas las piscinas municipales, «no hemos notado que el número de gente que va a la playa sea más elevado que otros veranos», circunstancia que podría explicarse por el hecho de que «muchos vecinos han comprado piscinas para ponerlas en los patios de las casas», indica.
Numerosos vecinos toman el sol, conversan y se refrescan en el embalse de Encinas de Esgueva
. Agapito Ojosnegros
■ Tierra de Pinares
En esta zona la mayoría de los municipios han optado por descartar la apertura de las piscinas al no poder garantizar las medidas de higiene y seguridad necesarias para prevenir la covid-19. Los vecinos han encontrado la alternativa en los ríos cercanos, Cega, Eresma y Adaja, y en algunos de sus afluentes como el Pirón. Zonas de baño tradicionales, pese a que sus aguas no son consideradas idóneas para ello por la Junta, que han estado concurridas durante los pasados fines de semana sin control de aforos ni medidas como el uso de mascarillas para evitar contagios.
En el Cega el espacio situado junto al puente de Megeces es uno de los más visitados, mientras que en su afluente Pirón a su paso por Íscar son tres las zonas donde muchos, sobre todo los chavales más jóvenes, acuden a diario a pasar las tardes y darse un chapuzón: la que se conoce como Los Puentones y los azudes Remondo y Carracuéllar.
En el río Eresma son varias las playas de arena que son objeto de visita por bañistas y excursionistas ocasionales en su recorrido por los términos municipales de Llano de Olmedo, vado de Castejón; de Olmedo, fuentes de la Pilarica, La Balandrinos, La Teja, Sacedón y Puente Vadalba; de Alcazarén, presa del Molino Nuevo de Valviadero y Perailes, y de Hornillos de Eresma, Valdigüete.
Por último el Adaja, cuyo cauce discurre mayoritariamente por tierras de Olmedo y su alfoz, tiene como zonas habituales de baño las llamadas Puente de Medina y Calabazas, cerca del barrio anejo del mismo nombre, situado a algo más de 13 kilómetros de distancia. Y ello sin perjuicio de que la Villa del Caballero sí haya decidido poner en marcha las piscinas.
* Información de Agapito Ojosnegros, Miguel g. Marbán, Patricia González y Cruz Catalina
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.