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Rebeca Adalia
Valladolid
Miércoles, 11 de diciembre 2019, 11:08
Lágrimas, luces, risas, personalidades... No ha faltado nada en la gala de conmemoración al 75 aniversario del grupo de teatro Bambalinas de la Delegación Territorial de Valladolid ONCE. Pasaban unos minutos de las 19:30 horas del 10 de diciembre cuando el escritor Gustavo Martín Garzo se subía al escenario para recitar algunos de los poemas más representativos de la historia del teatro.
La oscuridad llegó después al patio de butacas. Solo las personas con visibilidad lo notaron, pero se apagaron todas las luces. Así, se creó el ambiente idóneo para escuchar en igualdad de condiciones un fragmento de la obra de 'El Quijote'. También se oyó al dramaturgo José Luis Alonso de Santos, otra de las sorpresas de la noche. «El teatro para mí solo lo puede explicar la primera frase que dice uno de mis personajes en la primera obra que escribí», explicó tras leer parte del guión.
En el ecuador de la gala llegó el turno de dar protagonismo a las autoridades. Mercedes Asenjo y Francisco Mateo, miembros de Azar Teatro y conductores de la gala, invitaron a subir al escenario al director general de Servicios Sociales de la ONCE, Andrés Ramos; al vicepresidente de la Diputación de Valladolid, Víctor Alonso Monge, y el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, para responder a una breve entrevista realizada por los actores de Azar Teatro.
El momento más emotivo de la gala de conmemoración del 75 aniversario del grupo de teatro Bambalinas llegó tras la interpretación del tercer acto de 'La casa de Bernarda Alba'.
El director del grupo teatral, Félix Fradejas, fue invitado a subir al escenario para acompañar a los diez miembros de Bambalinas y recibir en su nombre un premio conmemorativo a la trayectoria del grupo. «Estoy más nervioso que vosotros», especificaba antes de empezar su improvisado discurso de agradecimiento. «Cuando me propusieron dirigir este grupo, pensaba que podría con ello porque era tío de mundo, pero al empezar me di cuenta de que tenía muchos prejuicios y de que el único discapacitado era yo porque ellos son capaces de hacer más cosas que yo», afirmó. Las lágrimas llegaron con la entrega del premio a Rosalía Renedo, la actriz más longeva de Bambalinas y afiliada a la ONCE desde 1988. Tuvo que pedir unos segundos para conseguir que la voz le saliese pero tras esos instantes todo las palabras de agradecimiento le parecían pocas. «Hemos recorrido media España gracias a Bambalinas y no creo que quede un rincón de Castilla y León en el que no hayamos estado».
El último de los premiados fue Carlos Fernández, más conocido como Chachín. Afiliado desde el año 1986 y con 33 años de experiencia en el grupo se ha convertido en el miembro más antiguo de él.
El primero en ponerse a prueba fue Andrés Ramos. Micrófono en mano, Mercedes Asenjo le preguntó por la salud del teatro: «Es buena. Tenemos 25 grupos de teatro de la ONCE, Bambalinas es el más antiguo y el número de personas que integran estos grupos cada vez es mayor», apuntó Ramos.
Al vicepresidente de la Diputación le tocó hablar sobre la importancia del teatro en los municipios. «Si no hubiera personas implicadas y si no hubiese público, no existiría una programación tan extensa como es la de los 27 municipios de Valladolid», aclaró Alonso Monge.
El consejero de Cultura puso en valor la creatividad y la calidad de las producciones teatrales castellanas. «Desde hace tiempo el teatro no pasa por su mejor momento por eso estamos manteniendo contactos con los implicados para elaborar propuestas y apoyarlos», explicó.
El broche de oro a la gala lo pusieron los propios protagonistas: los actores de Bambalinas. Antes de dar paso a la representación del tercer acto de la obra la Casa de Bernada Alba, los encargados de conducir la gala explicaron el argumento con un rap que hizo participar al público con palmadas y gestos típicos de rap. Seguidamente, llegó el momento más importante y se abrió el telón para ver más que puro teatro. Los 10 integrantes de Bambalinas pisaron el escenario para representar una de las escenas más representativas de la obra de García Lorca.
Ilusión, nervios y profesionalidad fue la ecuación que se vio en el escenario del Teatro Zorrilla. Los más de 500 espectadores no hubieran notado que se trataba de actores ciegos o con visibilidad reducida si no fuera porque todos los allí presentes sabían que acudían a una gala de la ONCE. Tras los aplausos se procedió a la entrega de premios y galardones. Como colofón a una gala repleta de emociones se proyectó una adaptación de la letra de la canción 'Resistiré' en la que la compañía Azar Teatro y el grupo de teatro Bambalinas invitaban al público a cantar consiguiendo que las butacas del Teatro Zorrilla llegasen a vibrar.
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