La Audiencia mantiene la condena de nueve años de cárcel al violador de su pareja en Medina

En este caso, el acusado fue condenado como autor de violación, concurriendo la agravante de parentesco, de manera que la pena se imponía en su mitad superior, es decir, de 9 a 12 años. En la redacción actual, la conducta estaría penada de 7 a 15 años y la mitad inferior sería de 7 a 11 años de prisión, con lo que se considera que el castigo impuesto es proporcionado y no cabe la revisión a la baja.

Según el relato de hechos probados, en los primeros meses de 2014, cuando el acusado residía en Bélgica, comenzó a mantener una relación sentimental con la víctima. Cuando llevaban tres meses de convivencia en el domicilio de los padres de ella, decidieron desplazarse hasta Medina del Campo, donde el procesado tenía algunos conocidos. Llegaron a la localidad vallisoletana el 20 de junio de ese año y, como no tenían alojamiento, estuvieron tres días viviendo en un parque. Durante ese tiempo, el hombre cambió de actitud hacia su pareja, «comenzando a mantener respecto a ella una situación de vejaciones, abusos y agresiones», incluso utilizando un cinturón. Señala la sentencia que llegó a «orinarse encima de ella».

El procesado conocía a una vecina de la localidad porque esta había mantenido una relación sentimental con un amigo de Outman también marroquí y ella accedió a alojarlos en su casa. La actitud del procesado hacia su pareja continuó siendo de «vejaciones, abusos y agresiones», golpeándola simplemente por salir a la calle. El 29 de junio de 2014, agarró a la mujer y la obligó a entrar en el baño y le conminó a que se quitara la ropa porque quería mantener relaciones sexuales con ella. Pese a la negativa de su pareja, el acusado logró que se desvistiera ante las amenazas de golpearla si no lo hacía «y ante el temor de que la pegara». Ya desnuda, la penetró analmente a pesar de los gritos y sollozos de la joven, que le suplicaba que la dejara. Mientras la violaba, la insultaba. Allí la tuvo retenida durante una hora. Durante dos años, el violador estuvo en busca y captura hasta que pudo ser detenido y llevado ante el tribunal.

La dueña de la vivienda, que oyó todo lo que sucedió en el baño, donde el acusado encerró a su pareja, acompañó el 1 de julio a la víctima a la Comisaría de Medina para denunciar los hechos y llamó a los padres de ella para que vinieran desde Bélgica a encargarse de ella. Según el tribunal, el acusado incurrió en dos delitos de lesiones, uno de vejaciones injustas, un delito de agresión sexual y otro de maltrato habitual. «Esa situación se produce cuando ella se encuentra en una situación de total indefensión, cuando ha decidido venirse a la aventura con su compañero sentimental, a un país que no conoce, sin recursos económicos, sin conocer el idioma y sin conocer a nadie».