Con la llegada de las fiestas navideñas, prácticamente todos los municipios, incluidos los más pequeños, engalanan y decoran sus calles y plazas con ornamentos y objetos luminosos relacionados con la Navidad. Muchos ayuntamientos optan por comprarlos, pero otros se decantan por implicar a sus vecinos ... y que sean ellos mismos los que participen en la elaboración de la decoración.
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Uno de los ejemplos es Mojados. La localidad vallisoletana combina la decoración luminosa estándar con otra propia, no exenta de originalidad, fruto de la participación ciudadana.
Así, un año más se ha mantenido la tradición de crear el árbol de Navidad de la plaza de San Juan. En ocasiones anteriores se hizo con botellas de plástico de bebidas refrescantes, pero este año se ha optado por hacerlo con latas de refresco, cerveza y otras bebidas isotónicas.
Manteniendo la estructura metálica de años anteriores que lo sustenta, para su realización se han empleado 5.400 latas hasta alcanzar una altura de 9 metros. El árbol, con un toque de luz en su interior que crea un ambiente espectacular, se remata con una estrella también realizada con chapas de otro centenar de latas.
Otro ejemplo de participación ciudadana en Navidad se localiza en Santiago del Arroyo, una pedanía de unas setenta personas enclavada también en Tierra de Pinares. Allí, sus residentes han participado en un proyecto intergeneracional que vio la luz el pasado sábado con el encendido del alumbrado del árbol, recubierto de 'grannys' (cuadrados de la abuela) de lana de diferentes colores realizados a ganchillo. De esta forma, Santiago del Arroyo se ha sumado en estas especiales fechas de Navidad a la moda del denominado 'urban knitting' (tejer en la ciudad). La idea surgió de su alcaldesa, María Sastre Callejo, tras una reunión con varios miembros de la asociación de mayores del pueblo donde se planteo qué actividades organizar durante el otoño y el invierno en las que se pudiera lograr un intercambio generacional.
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Así, entre otras propuestas, surgió hacer un taller de ganchillo en noviembre y diciembre para tejer un árbol en Navidad, ya que en años anteriores nunca había se había decorado algún espacio público del municipio.
A partir de entonces, se han ido reuniendo para tejer los 400 cuadros necesarios para confeccionar el árbol. Otro grupo de vecinos se encargaron de hacer la estructura metálica que lo sustenta e instalar las luces.
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