Curiel de Duero, un pueblo atractivo para invertir

En las últimas décadas hemos visto un evidente renacer de nuestro municipio, un claro ejemplo de cómo el cariño de los vecinos por su pueblo, que siempre han mantenido un fuerte arraigo y cuidado por él, ha dado sus frutos con un presente próspero y un futuro más prometedor todavía.

Ver de nuevo los muros del castillo es todo un símbolo de cómo un municipio, de gran peso histórico como es el nuestro, ha resurgido. Debemos sentirnos todos orgullosos de lo conseguido, de lo bonito que es nuestro pueblo, con un entorno único como es la Plaza de la Constitución, enmarcada por la iglesia de Santa María, por el castillo palacio de los Zúñiga, por el propio edificio consistorial y, en lo alto, el renacido castillo. Este conjunto es fiel reflejo de nuestro gran pasado, de un presente ilusionante y de un futuro que, si seguimos unidos, seguro que nos deparará grandes cosas. Desde el Ayuntamiento no vamos a ahorrar esfuerzos para que esto se logre.

También entre todos hemos conseguido que Curiel sea un pueblo atractivo para invertir. La tradición vitivinícola, de la que dan fe las bodegas tradicionales que bajo el castillo aún perviven y se disfrutan, ha retornado con fuerza a nuestra vega de la mano de la Ribera del Duero, con un crecimiento exponencial de la viticultura y de la implantación de un buen número de bodegas, que generan empleo y riqueza en el pueblo.

Además de seguir siendo un municipio de larga tradición agrícola, de lo que estamos muy orgullosos, gracias a la irrupción del mundo del vino han surgido nuevas y grandes oportunidades, como el turismo. Nuestro municipio está posicionado de forma inmejorable, tanto por las buenas vías de comunicación como por la importante oferta que ya propone.

Los alojamientos y bodegas, el entorno natural y, cómo no, el propio pueblo son atractivos más que suficientes para acercarse a él. Y, lo más importante, es que todavía tenemos mucho margen para seguir prosperando, para atraer inversiones y consolidar el padrón, que resiste los embates de la despoblación. Sin duda esto se debe a que Curiel de Duero es un lugar óptimo y propicio para vivir gracias a la calidad de vida que posibilita. Porque cuando vienes a Curiel, te sientes en un sitio especial.

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