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«No es la primera vez que ocurre», lamentaban ayer los vecinos de Villalba de los Alcores. Aludían al incidente, calificado por ahora como un intento de homicidio o asesinato, ocurrido el pasado domingo por la mañana en el coto público de la localidad. ... Según todos los indicios, un cazador del pueblo, Amando R., de 50 años, disparó con su escopeta por la espalda a otro aficionado, Juan Carlos M., de 62, cuando ambos se encontraron en un paraje próximo al cruce de la carretera de Mucientes, a un kilómetro y medio del casco urbano.
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'Amandín', como le conocen en el municipio, «es de gatillo fácil y ya había disparado a otros cazadores otras veces siempre por problemas con el coto», coinciden en señalar los residentes antes de concretar que «suele enfadarse porque piensa que una zona es suya» y de matizar que «hasta ahora había encañonado a unos cuantos cazadores o disparado al aire...». Pero nada como lo ocurrido el domingo.
Los hechos tuvieron lugar pasadas las diez de la mañana en el citado paraje, situado al borde de la carretera de Mucientes (VA-912), junto al pago de El Encinar, donde se encontraron Amando y Juan Carlos, dos cazadores de la localidad, aunque ambos residen habitualmente fuera –el primero en Valladolid y el segundo en Santander–.
13 de octubre de 2018 Un joven de 13 años pierde la vida fruto de un «disparo accidental» de escopeta de caza cuando participaba en una montería –una cacería de jabalíes– en un coto privado de una finca de Villalba de los Alcores, denominada Santa María.
15 de octubre de 2020 La Guardia Civil detiene a un cazador de Villalba de los Alcores, Amando R., de 50 años, acusado de disparar por la espalda a otro cazador de la localidad en el coto del municipio. El hermano del herido, que presenció la escena, resultó ileso.
El hermano del segundo estaba a unos «setenta metros» cuando escuchó la deflagración, observó cómo «Juan Carlos se agachaba» y vio después a 'Amandín' «dejar la escopeta y salir corriendo». Después comprobaría que a su hermano le habían disparado por la espalda, donde recibió varios perdigonazos, «algunos en el cuello y, al menos, tres le alcanzaron el pulmón», según coincidieron en relatar fuentes vecinales. «Su hermano dice que no escuchó discusión alguna y que simplemente oyó el disparo y vio caer a su hermano», inciden los vecinos.
El testigo alertó directamente al 062 y los agentes de la Guardia Civil consiguieron localizar y detener al sospechoso dos horas después en el entorno del citado paraje de El Encinar, «en el monte de Yllera», donde se refugió a pie dejando atrás, al parecer, el arma y su coche, un viejo Seat Toledo blanco, que este lunes estaba estacionado a la puerta de su domicilio.
Setenta y nueve personas resultaron heridas por disparos accidentales con escopetas de caza durante los primeros nueve meses del año en el conjunto de Castilla y León, donde perdieron la vida seis personas por este motivo en las provincias de Segovia (2), Valladolid, León, Palencia y Ávila. La provincia vallisoletana sumó durante esos tres primeros trimestres nueve heridos en lances de caza; mientras que Ávila, Burgos y Salamanca sumaron once cada una; nueve hubo también en León y Palencia, ocho en Zamora; siete en Soria y cuatro en Segovia, según los datos facilitados por el Gobierno en respuesta a una pregunta en el Congreso de los Diputados.
El herido, entre tanto, fue trasladado en ambulancia al Clínico, donde permanece ingresado en la UCI y este lunes se encontraba «estable dentro de la gravedad», según confirmaron fuentes sanitarias. «Parece ser que está grave, sobre todo, por el tema del pulmón, pero sus familiares dicen que todo apunta a que sí que está fuera de peligro», según explicó ayer el alcalde, Manuel Gutiérrez, antes de lamentar «profundamente» lo ocurrido.
Amando R., el detenido, desciende del municipio, donde conserva la casa familiar y «viene a menudo, sobre todo, a cazar», añaden los vecinos consultados antes de incidir en que «ya había tenido muchos líos con otros cazadores y tirado de gatillo más veces». Tanto es así que algunos testigos recordaron que, al margen de haber «encañonado a otras personas o disparado al aire», también había alcanzado «con algún perdigonazo al mismo que hirió el domingo hace cuatro o cinco años». Pero entonces, añadieron, «parece ser que disparó desde lejos y la cosa no fue a más». Los vecinos, eso sí, coinciden en señalar que en estos lances nunca hubo denuncias formales. «Ha tenido mucho problemas y discusiones con el tema de la caza e, incluso, alguna vez ha cobrado por recriminar a otros cazadores que se metieran por algún lugar del coto», apuntan los vecinos consultados antes de coincidir también en señalar que «está un poco obsesionado con la caza».
El caso es que Amando se topó el domingo con Juan Carlos y el segundo recibió un disparo por la espalda, al parecer, efectuado a escasa distancia. El herido, aunque residente en Santander, tiene casa en Villalba. Está casado y tiene dos hijas. «También vienen mucho por el pueblo», relataron.
La Guardia Civil, quedeclinó ofrecer información alguna sobre el suceso, investiga lo ocurrido el domingo en Villalba.
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