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A sus 59 años, Álvaro Lazaga ha convertido el Camino de Santiago en su forma de vida. Con casi 50.000 kilómetros recorridos a lo ... largo de 59 peregrinaciones, este caminante infatigable y divulgador está atravesando estos días la provincia de Valladolid por el Camino del Sureste. Este martes hizo parada en Medina del Campo, el miércoles en Tordesillas y ayer jueves, en su etapa número 25, recaló en Mota del Marqués. Su objetivo es llegar a Santiago el Viernes Santo.
Le acompaña en esta aventura su amigo Fernando Escudero. Salieron desde Benidorm el día 10 de marzo con la intención de cubrir en 42 etapas los 1.138 kilómetros que hay hasta llegar a la capital del apóstol. «Este Camino es especial porque estoy celebrando el 25 aniversario del ramal del Camino de Benidorm. En el año 2000, un grupo de peregrinos trazó esta ruta desde Benidorm hasta Villena, donde se une al Camino del Sureste desde Alicante«, detalla.
Este madrileño afincado en Benidorm, cuenta que su primer Camino lo hizo por casualidad y aconsejado por una amiga. «Me animó a que lo hiciera solo y en invierno y en febrero de 2010 me animé. Llegué a Santiago de Compostela con los pies destrozados y acompañado por un grupo de peregrinos de distintos países. Fue una experiencia tan intensa que tuve que repetir. Desde entonces, he hecho uno tras otro, y así, hasta 59«, cuenta.
Este incansable caminante es hijo de Pedro Lazaga Sabater, uno de los más prestigiosos directores del cine español, con títulos tan conocidos como 'Estoy hecho un chaval' o 'Vaya par de gemelos', del inolvidable Paco Martínez Soria. A él también le va la cámara. Todo lo graba para luego retransmitirlo en unos cuidadísimos vídeos que sube a todas sus redes sociales donde sus seguidores se cuentan por miles, especialmente en Youtube.
Dice que a lo largo de su vida ha trabajado «de muchas cosas» y que su actual profesión es la de peregrino. Ha encontrado su vocación en recorrer las distintas rutas que conducen Compostela. «He hecho Caminos saliendo desde diversos puntos de España, Portugal y el sur de Francia. Algunos los he hecho varias veces, como el Camino Francés. Suelo comenzar el año haciéndolo, ya que disfruto mucho recorriéndolo en invierno, cuando hay menos gente. Cada sendero tiene su propia esencia y época. Por ejemplo, los Caminos del Sur son más de primavera. También están los Caminos norteños, los portugueses, el baztanés, el aragonés, el catalán…», apunta. »Cada día caminando es una aventura. Desde el amanecer hasta el anochecer, todo es una sorpresa. Las personas que encuentras, el clima, los albergues... Nunca sabes exactamente dónde vas a dormir o qué vas a comer. Eso es lo que engancha. Es como una droga. El Camino genera una sensación de bienestar que se queda contigo y te impulsa a seguir«.
Para Lazaga, el Camino de Santiago del Sureste que atraviesa Valladolid tiene un atractivo especial. «La magia de salir desde la puerta de casa en Benidorm es algo muy medieval. Antaño, los peregrinos partían directamente desde su hogar. Algunos morían en el intento, otros llegaban a Santiago y se quedaban a vivir allí, y unos pocos lograban regresar a su tierra. Ese espíritu sigue vivo en este Camino», reflexiona. «En concreto, en estos pueblos de Valladolid, la gente que me voy encontrando es muy amable y los puntos de acogida y los albergues son más austeros, aunque con mucho encanto. Los paisajes son una maravilla y lo mejor de todo, es que es un Camino poco masificado y eso hace que la conversación sea más fácil», prosigue.
En su paso por la provincia vallisoletana, Lazaga ha atravesado Honquilana, San Vicente del Palacio y Medina del Campo, donde hizo noche el martes; Rueda y Tordesillas, donde repuso fuerzas el miércoles y fue recibido por los miembros de la Asociación del Camino de Santiago del Sureste en Valladolid (ACASSE-VA); este jueves ha atravesado Villavieja del Cerro, Bercero, Vega de Valdetronco y Mota del Marqués. El viernes saldrá al amanecer para llegar a Villardefrades y hacer noche en San Pedro de Latarce. Todos los días ha relatado sus vivencias a través de sus diferentes redes sociales. «Mota del Marqués es un punto obligado de parada, con su castillo y su ambiente acogedor. Aquí siempre me tratan muy bien. ¡Qué buena gente!», comenta con gratitud. En este municipio fue recibido la presidenta de ACASSE-VA, la motana Rebeca Justo, quien aseguró que, «En Mota disponemos de albergue municipal desde 2007 y acogemos más de 300 peregrinos al año. Es un honor que Álvaro Lazaga sea uno de ellos. Él es un gran divulgador y su presencia servirá para dar a conocer que en nuestro municipio atendemos, acogemos y cuidamos al peregrino y para poner nuestro camino de Sureste en el mapa a nivel nacional».
De cada etapa del Camino Lazaga guarda una cinta de recuerdo que es colgada de un bordón, con el que llegará a la catedral de Santiago de Compostela. En Mota del Marqués se la firmó la hospitalera Esperanza Alonso. Cuando acabe esta ruta, volverá a empezar de nuevo desde otro punto de España. Asegura que aún le quedan mucho por descubrir. «El Camino siempre me sorprende. Seguiré peregrinando mientras tenga fuerzas para hacerlo», sentencia.
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