El Toro de la Vega logró escaparse del recorrido tras romper el palo de una talanquera y desató el pánico el martes durante un festejo que terminó con diez heridos, uno de ellos grave por una cornada. Varios aficionados se preguntaron en el lugar ... del suceso cómo era posible que el astado lograse escapar del vallado con tanta facilidad y, pese al asombro de los presentes, las talanqueras de madera, ubicadas como es habitual después de la rotonda, cumplían con lo establecido en el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León. El artículo 10 del reglamento señala que «el espacio por el que activamente se desarrollen los espectáculos, salvo en la parte que pueda discurrir por el campo, deberá estar completamente cerrado por barreras arquitectónicas o naturales o por estructuras o talanqueras, de suficiente altura para impedir la huida de las reses de lidia».
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La clave se encuentra en la parte del artículo que dice «salvo en la parte que pueda discurrir por el campo», tal y como indica el alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira. «Esto está al final del municipio. Es un embudo que hacemos nosotros para embocar al toro hacia un lado de La Vega, para guiar al ganado. La normativa dice que lo podríamos hacer incluso con algo más ligero. El problema es que, a lo mejor, esa gente no debería estar ahí apoyada en ese tipo valla. Hay cartelería en el Ayuntamiento que señala que no es un sitio para estar protegido. Hay gente que pone los remolques y no deberían estar ahí porque para hacerlo hay que estar preparado y entender de toros. Es una zona donde manda el toro porque está en su terreno», señala el regidor tordesillano.
Miguel Ángel Oliveira
Alcalde de Tordesillas
El palo se partió con mucha facilidad, aunque desde el Ayuntamiento se asegura que se examinan todas las partes del vallado. «Nos encargamos nosotros de revisarlo, pero es imposible controlar el estado del interior del palo, si está más o menos débil», indica Oliveira poco antes de recalcar que el Consistorio ha cambiado las partes que se encontraban en malas condiciones. «Tordesillas es un municipio con un arraigo en festejos taurinos muy grande, tenemos vallado propio que se renueva según va haciendo falta todos los años. Revisamos talanqueras cada año y las que vemos que están mal se van cambiando», afirma para sentenciar que estos elementos se guardan a buen recaudo para evitar su deterioro. «Tenemos unas instalaciones adecuadas, muy amplias para las talanqueras. Seremos el pueblo que más cajones para toros tiene y material para este tipo de eventos», sentencia.
El alcalde recalca que el Toro de la Vega no tiene nada que ver con los festejos taurinos populares que se celebran en la región por la presentación del animal protagonista. «Tiene una fuerza tan impresionante que podía haber partido los tres palos de la talanquera de un golpe. La gente no entiende que este toro puede volcar un coche entero. Esto no es un toro de cajón, ha venido directamente del campo para salir al encierro. Otras veces, cuando van a los pueblos, están una semana o diez días en los corrales y pierden peso, fuerza y están estresados, pero este toro estaba en su plenitud», asevera Oliveira para explicar después que el comportamiento del astado en el campo se podía haber evitado si se hubiera regulado como festejo popular y no como tradicional.
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«Cuando es un festejo tradicional, al toro se le puede picar. Los caballistas pueden tener una garrocha con la que pueden picar al animal para llevárselo y guiarlo. Pero ahora no. Es un festejo popular y un festejo popular con un toro de más de 600 kilos no se puede controlar. Tenemos que tener la ordenanza de festejo tradicional, sin la muerte, que los caballistas puedan llevar garrochas para controlar al toro y llevárselo al pinar, pero no pueden según las normas actuales. Parte de la culpa la tiene la regulación de la ordenanza del tornero, que está catalogado como un festejo popular y no lo es. Este toro mata. No es un animal normal y tienen que estar los caballistas ahí para poder sacarlo y llevarlo al campo, pero no lo podemos hacer», indica.
Miguel Ángel Oliveira
Alcalde de Tordesillas
El alcalde defiende que el festejo aumenta su peligrosidad con el formato actual. «Un Toro Vega no es un toro normal de cajón, es un toro que descontrola y crea el pánico. Por eso se suelta en La Vega y hay que lancearlo, si no lo lanceas, está en su salsa. Es el peligro que tiene hacer un toro y que no se haya creado una ordenanza para regular este torneo. Llevamos un año esperando para que se regule este festejo tradicional. Fueron capaces en 24 horas de hacer una medida cautelar y en un año no han podido dictaminar qué se va a hacer. Parte de la culpa de impedirlo la tienen los tribunales de justicia, que no son capaces de regular esto», señala Oliveira, quien cree que este asunto no se puede demorar más. «En un año han tenido tiempo suficiente para hacer algo. Van a por el Toro de la Vega y exigimos que se resuelva este tema. Ahora no van contra el Ayuntamiento de Tordesillas, van contra la Junta, que es la que tiene el poder de regular y lo ha hecho, pero no le han dejado», concluye.
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