Especial Municipalismo. El patrimonio de Castilla y León ·
Afronta el futuro con la ilusión de mantener sus vestigios del pasado: en el siglo XIV fue señorío compartido de los obispos de Palencia y los comendadores de la Orden de San Juan
El alfabeto coloca a Adalia como el primer pueblo de la provincia. El origen de su topónimo proviene del árabe y significa «la viña». Tiene, por tanto, una larga historia que contar. En el siglo XIV fue señorío compartido de los obispos de Palencia y los comendadores de la Orden de San Juan. Todavía hoy, la población guarda el eco de ese pasado en su patrimonio histórico y artístico.
Está situada entre los arroyos Retortero y Daruela, en un valle hondo y flanqueado por cuestas. Sabemos que tuvo murallas. Todavía se aprecian restos de piedra y mampostería de este anillo defensivo en un paraje denominado Huerto del Castillo. Un nombre que hace referencia a su función militar.
Además de un castillo, se cree que la población tuvo hospital. Así lo confirman los carteles de algunas de sus calles. Ahora tiene apenas 60 vecinos censados, pero en su día, Adalia tuvo dos parroquias.
Una de ellas daba rentas a la Encomienda de San Juan, los caballeros hospitalarios de Jerusalén, y su advocación es El Salvador. Se levanta sobre restos románicos y en su sencillez está su belleza. Despunta su portada, que es lo único que se conserva del primitivo edificio románico. Se aprecia en ella influencia cisterciense y se la sitúa en el siglo XIII. Cuenta con un pórtico con escalinata y una gran espadaña. Su interior consta de tres naves, la central con armadura de madera. La capilla mayor con ábside semicircular alberga un retablo plateresco del siglo XVI presidido por El Salvador. Entre la iconografía se encuentra el martirio de San Bartolomé, los evangelistas, la Virgen con el niño y el Crucificado del Calvario. Distinta suerte corrió la iglesia de Santa Eulalia, que daba sus rentas al obispado de Palencia. Apenas quedan restos de su edificación. En su solar se emplaza el actual cementerio.
El catálogo monumental religioso de Adalia incluye la ermita del Cristo del Humilladero, que fue propiedad de la Cofradía de la Vera Cruz y daba cobijo a caminantes. De planta cuadrada, espadaña y portada de medio punto. A mediados del siglo XX fue abandonada al culto y comenzó su ruina. Se restauró en la primera década del XXI.
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El topónimo de la localidad procede del árabe y significa «la viña»
Cuentan las crónicas que a finales del siglo XIX ninguna de las casas del pueblo tenía balcones, ni se recordaba que los hubiera habido nunca, y todos los tejados de las casas caían a cuatro aguas. Los elementos patrimoniales de Adalia son el fundamento básico de su identidad. Su singularidad vincula a sus habitantes, pero también a todos aquellos que un día emigraron y que no quieren, bajo ninguna circunstancia, perder sus raíces.
Qué visitar
Patrimonio
glesia del Salvador: Posee un arco con dos arquivoltas apuntadas, una de ellas decorada con puntas de diamante. El retablo mayor es plateresco.
Ermita
Adalia tuvo una, dedicada a la Virgen de las Viñas. Era tradición ir hasta allí en procesión para venerar a la patrona. Su portada se aprovechó para el nuevo cementerio.
De interés
Adalia tiene tres palomares circulares. Llama la atención su excelente conservación y mimetismo con el paisaje. El pueblo forma parte de las Rutas de Delibes y luce en su entrada un gran monolito en forma de D, de 900 kilos.
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