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Laura negro
Valladolid
Lunes, 10 de mayo 2021, 06:57
Andorra se ha convertido en el paraíso youtuber por excelencia para los jóvenes con más seguidores de la red. Sin embargo, para Victoria Delgado, Medina ... del Campo no tiene nada que envidiar al edén andorrano. Ella es una youtuber que en los próximos días cumplirá los 65 años y que ha encontrado en su municipio la inspiración, la ilusión y la pasión por crear y subir contenido a esta popular plataforma de vídeo que cuenta con más de 2.000 millones de usuarios en todo el mundo.
Convencida de que ser youtuber no es algo exclusivo de la generación millenial, Victoria, animada por su hijo Iván, decidió hace 4 años abrirse un canal con el objetivo de «estar entretenida» y de mostrar todas las labores y manualidades que le gusta hacer. Ella trabaja como administrativo en una empresa de ingeniería. Es una persona inquieta y dinámica, que está familiarizada con la tecnología y que siempre está dispuesta a aprovechar todas las posibilidades que brinda internet. «Soy una apasionada de las manualidades y de las labores. Nunca puedo estar quieta y en todas las reuniones familiares y de amigos siempre preparo algún juego o manualidad. Mi hijo me animó a que colgara en YouTube todo lo que yo iba haciendo. Me dijo que él me ayudaría, pero enseguida vi que era algo que tenía que hacer yo misma», explica esta abuela youtuber. «Mi nombre de usuario es Lalabrujajaja. Lo elegí, porque Lala es como me llaman mis nietos, bruja me llamaban mis hermanos cuando era pequeña, y Jaja es un apodo que utilizaba uno de mis hermanos conmigo. Lo primero que hice fue buscar un programa de edición de vídeos. Nunca había manejado uno, hasta que me quedé con el que más funcionalidades me ofrecía. Si algún efecto no lo sé hacer, lo busco en algún tutorial y enseguida aprendo. Hoy en día todo está en internet. Después meto música, los rótulos y edito todo para que no resulte demasiado largo. Los usuarios prefieren vídeos cortos», añade.
Actualmente cuenta con 1.850 suscriptores y ya ha subido 119 vídeos de diferentes temáticas, algunos de los cuales se han hecho virales. «El primero que hice fue mostrando un invento mío, un soporte para los cabezales de los cepillos eléctricos, que fabriqué a partir de una tapa de café soluble. Ahora, cuando lo veo, me doy cuenta de que cometí muchos errores, incluso se escucha de fondo la televisión. Con el tiempo he ido aprendiendo. Uno de los vídeos con más visualizaciones, más de 144.0000, fue uno que hice sobre cómo calentar el agua de la piscina. Pero sin duda, los que más éxito han tenido han sido dos que hice sobre cómo fabricar un toldo casero, que tienen entre los dos más de 304.000 visualizaciones. También tengo vídeos que han tenido menos repercusión, pero a mi eso no me desanima», dice satisfecha.
Al pasar de los 1.000 suscriptores y de las 4.000 horas de reproducción en su canal, Victoria acaba de empezar a monetizarlo. Era algo con lo que no contaba y que le ha reportado una gran alegría. «La plataforma contactó conmigo y me dijo que como cumplía las condiciones, podía meter anuncios en mis vídeos. Me dio muchísima alegría. Nunca pensé que iba a llegar a tener tantos suscriptores. El mes pasado me pagaron por primera vez. Me ingresaron unos 100 euros, que correspondían a varios meses. No es por lo económico, es por la ilusión de haberlo conseguido», subraya.
Victoria se considera una persona «muy tímida», sin embargo, deja de serlo en cuanto se enciende el piloto rojo de la cámara. «Durante el confinamiento, me rompí la mano derecha y me dediqué a pintar mosaicos con la izquierda. Todo lo grabé. También he dedicado mucho tiempo a hacer un gran belén y he ido explicando en los vídeos cómo construir las casas, el misterio, un palacio y cómo he modificado algunas figuritas articuladas que he ido comprando y a las que he puesto pelo y ropa. Ha sido muy satisfactorio», asegura.
Cuenta con una comunidad entregada que comenta y comparte sus contenidos. Los que más la apoyan y la animan para que continúe en esta labor, son los miembros de su familia. «Están muy contentos y orgullosos, pero también son muy críticos y yo lo agradezco. Me dicen que tengo que hablar más alto, que cuidar más la luz… por eso me he ido comprando poco a poco equipamiento, como unos focos y un micrófono de corbata, entre otras cosas. Todo para mejorar la calidad de los vídeos», indica Victoria, a quien los temas «le salen solos. Hace poco, tenía un problema con las alfombrillas del baño, que siempre se me movían y se me ocurrió pegarlas con velcro al suelo. También he fabricado un bastón de navidad con una tubería y he hecho un tutorial sobre cómo pintar piedras del jardín… todo lo que se me ocurre, lo voy subiendo y también lo comparto en Facebook. Al año que viene, cuando me jubile, tendré todavía mucho más tiempo para dedicarme a esta afición, con la que disfruto mucho», concluye esta abuela youtuber.
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