Multitudinaria pedida de toros de las próximas fiestas de Tudela

Es tradición que el alcalde de Tudela de Duero se haga de rogar cuando los vecinos celebran la pedida de los toros. Se trata de un acto multitudinario que, en la medianoche de la festividad de Santiago, reunió a 4.000 tudelanos en la Plaza de España. Todos al unísono «exigieron» al regidor, Luis Javier Gómez, que en las próximas fiestas patronales de Nuestra Señora de la Asunción y San Roque, del 14 al 18 de agosto, les conceda la celebración de festejos con toros. «Como el pueblo es soberano, y es comprensible tras dos años sin fiestas, os voy a conceder ¡vacas!», gritaba el alcalde haciendo bien su papel desde lo alto del escenario con micrófono en mano. Entonces la multitud empezó a silbar y a corear al unísono: «¡Toros sí, vacas no!». Gómez, ante aclamación popular y, tras resistirse un poquito, acabó concediendo los ansiados toros para la fiesta.

Esta tradición se remonta a finales de los años treinta del siglo pasado, cuando el regidor de la época, tras unas inundaciones que mermaron las arcas municipales, quiso comprar vacas en lugar de toros para la celebración de los encierros. Entonces fueron cientos los vecinos que se dieron cita en el Ayuntamiento para hacer valer su opinión sobre los astados. La tradición se consolidó y desde entonces, cada año, el regidor se hace de rogar hasta que termina por ceder a la petición vecinal. «Fue 'El fogato', un personaje muy querido por la ciudadanía de Tudela, el que subió al balcón para increpar al alcalde. En el 2015 dimos visibilidad a ese personaje que representa que el pueblo de Tudela tiene el poder de decisión sobre lo que quiere y lo que no quiere», explicó Gómez, orgulloso de protagonizar una vez más esta tradición y de conceder el deseo de sus vecinos.

En la tarde del domingo, además, los aficionados tudelanos pudieron disfrutar de la primera suelta del toro 'El Fogato', organizada por la asociación Peña Taurina Aficionados al Toro. 'Tempranillo', de la ganadería Lora Sangrán, salió con bravura del cajón y dio buen juego en las calles del municipio. Después fue el turno de 'Nikinaria', un astado negro con hierro de Peñatella, que también salió veloz, aunque tuvo menos bravura que su predecesor. La última en salir fue 'Arrojada', una vaca de la ganadería Valdeflores.

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