Valladolid

Unas 320 bolilleras se reúnen en Medina del Campo

Desde primera hora de la mañana, la Plaza Mayor se ha llenado de color y de creatividad, congregando a cientos de participantes que se han puesto manos a la obra para enseñar diferentes demostraciones a los visitantes. Unos asistentes que han viajado desde diferentes puntos de Castilla y León, como de Salamanca, Valladolid, Benavente y León, e incluso desde Lérida y Alcalá de Henares, para reunirse en la Villa de las Ferias y pasar una mañana entretenida.

«Es una cifra un poco menor que el año pasado, porque vimos que el espacio se quedaba un poco corto. Además, en esta ocasión queríamos hacer un taller de pintura en tela y pensamos en reducir el número de personas», comenta Ana María Pérez, tesorera de la Asociación Mujeres en Igualdad; una entidad medinense que se ha encargado de la organización de esta cita.

Aunque la mayor parte de las participantes han sido mujeres, entre féminas se encontraba Jesús, el único hombre bolillero de la feria. «Empecé cuando me jubilé y llevaré ya unos ocho años», comenta el vecino de Tudela de Duero; quien asegura que esta técnica es «lo más fácil que hay» y que le ayuda a «estar entretenido y a mover las manos».

Ángela, llegada desde Benavente, lleva más de 17 años realizando encaje de bolillos. «Era una asignatura pendiente porque mi abuela lo hacía», explica. «Ahora me resulta muy fácil, pero al principio cuesta un poco», añade. Esta Feria Multilabores es muy singular para la zamorana, pues no es la primera vez que visita Medina del Campo. «He vivido aquí. Voy a muchos encuentros, pero para mí este es especial», menciona.

Quien también comenzó a través de una tradición familiar ha sido Milagros. La abulense lleva más de 15 años haciendo bolillos. «Mi abuela hacía bolillos y daba clase a gente en Cardeñosa. Mi madre también los hizo. Tenía sus bolillos, me enteré que daban clases en Ávila y me apunté», expresa. «A mí personalmente me relaja mucho», asegura. «Antiguamente se hacía puntillas, pero ahora se hace de todo», añade Milagros. Desde bolsos, chales y guantes, hasta abanicos, paraguas y un sinfín de elementos.

Además de bolillos, la Feria Multilabores también ha sido una exhibición para el resto de técnicas de tejer. María Rosa, vecina de Dueñas, y perteneciente a la Asociación Isabel de Portugal, ha pasado la mañana elaborando bordado español, el cual practica junto a sus compañeras desde hace un par de años.

En cambio, Caridad, presidenta de la Asociación de Tejedoras de Medina del Campo, ha acercado al epicentro de la localidad las creaciones que elaboran durante sus clases de ganchillo. «En la entidad somos unas seis personas, pero todos los jueves nos reunimos unos 20 o 30 alumnos», manifiesta.

La III Feria Multilabores no solo ha sido un escaparate para la habilidad y la creatividad, sino también un punto de encuentro para la comunidad artesanal. La participación de 320 personas subraya el creciente interés en las labores manuales y el compromiso de mantener vivas estas tradiciones.