Un camión de Protección Civil retira un vehículo de la avenida de las Salinas. Carlos Espeso / Vídeo: L. Martínez y M. Ángel Casado
Valladolid

Una granizada colapsa Laguna y anega calles, garajes y trasteros

Los Bomberos y Protección Civil atienden treinta llamadas en el municipio del alfoz, con especial énfasis en los alrededores de la avenida de las Salinas

Álvaro Muñoz

Valladolid

Lunes, 29 de mayo 2023, 17:24

Todas las calles que bordeaban el lago de Laguna de Duero eran una balsa de agua. «El colector no da para más y siempre tenemos problemas en las mismas zonas», apuntaba el alcalde de la localidad, Román Rodríguez de Castro, en pleno colapso de su ... municipio y con los Bomberos de la Diputación y Protección Civil intentando despejar las vías.

Publicidad

Media hora de una fuerte granizada fue suficiente para anegar los entornos de la avenida de las Salinas. La que transcurrió entre las 16:00 y las 16:30 horas para dejar comentarios, ya con los cielos despejados, como «hacía tiempo que no caía así». Una breve pero intensa tromba de agua sirvió para que la localidad se paralizara por completo. Coches varados en una improvisada piscina fluvial y arquetas que no daban a basto. Todo eso para generar un trabajo extra para Guardia Civil, Policía Local, Bomberos de la Diputación y Protección Civil.

El foco de los problemas se concentró en la avenida de las Salinas. Allí, el agua superaba el nivel de las aceras para comer terreno al peatón. Los conductores de los vehículos, algunos encallados, no tenían otra opción que resignarse ante la imposibilidad de desplazarse o ganar metros. No había forma, por lo que agentes de la Guardia Civil tomaron como primera medida cortar el puente que conecta con la carretera que une con Valladolid. Precisamente, ese fue otro de los puntos complejos, donde al menos dos vehículos tuvieron que esperar a que se achicara agua para reanudar la marcha.

Porque a muchos les pilló por sorpresa. Sin tiempo de reacción. Era el caso de Azucena Gil, estacionada en un paso de peatones elevado y a la espera de que despejaran la avenida. «Llevó más de una hora sin poder moverme». Al igual que Paqui Morilla. Venía desde Valladolid y nada más traspasar el túnel con dificultad frenó su vehículo a escasos metros de su casa para evitar otro tipo de problemas.

Otros no tuvieron la suerte de Paqui y levantaban el capó después de que fueran remolcados a la mediana. «Es una vergüenza cómo están asfaltadas estas calles», lamentaban dos jóvenes ante el temor de que su vehículo tuviera un avería en el motor.

Publicidad

Sin lluvia y con las alcantarillas funcionando al 100% las calles se despejaron tras una hora de trabajos y con la tranquilidad de que el agua no había afectado en garajes al no tener esta calle aparcamiento comunitario. Se recuperaba la normalidad en el tráfico. El mismo que se vio afectado en la avenida de la Laguna o la del Estadio y que se restableció con el paso de los minutos.

Con la avenida de las Salinas en funcionamiento, los Bomberos y Protección Civil continuaron dando servicio allá donde el agua se había colado. Hasta treinta avisos se registraron en media hora ante el avance del agua. Y otros 17, el 112. Otro de los puntos conflictivos fue el estadio municipal de fútbol, con el campo y los vestuarios anegados. Allí la intervención se alargó más de una hora y eso que contaban con la colaboración de Paco, empleado del club desde hace más de diez años y que contabilizaba hasta en tres ocasiones las veces que había vivido esta situación. «Esta ha sido la peor de todas», recalcaba mientras retiraba otra arqueta para que el agua fuera desapareciendo. «Algo tienen que hacer porque no es normal», añadía sin querer protagonismo fotográfico

Publicidad

Pero la realidad de la tromba de agua se vivió por todo el municipio. Garajes y locales comerciales se inundaron con el agua sin grandes consecuencias. Algunos de esos comercios se hallaban en el casco urbano de Laguna, cuyos propietarios tenían que emplear varias fregonas para expulsar toda el agua que había entrado.

Agua por escaleras y ascensores

Los aparcamientos comunitarios como el de la calle Miño también sufrieron las consecuencias de la tormenta. Lo mismo sucedió en el número 13 de la avenida de Madrid. «Las terrazas de los áticos han estado inundadas. Eso ha propiciado que el agua bajara por las escaleras y el hueco del ascensor. Hay trasteros destrozados», apuntaba una vecina del portal después de que se recuperase la normalidad.

Publicidad

La tormenta, según puntualizan desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se localizó principalmente en Laguna, pues en la capital, que llegó minutos más tarde, perdió intensidad y en este punto se contabilizaron casi dos litros de precipitaciones por metro cuadrado.

No es la primera vez que se inunda la avenida de Las Salinas de Laguna de Duero. Ya en 2013 la misma zona volvió a sufrir una fuerte tormenta que anegó tanto esta calle como Libertad, Madrid, Prado Boyal, Juan de Austria y Ronda.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad