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El Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid ha comunicado en un auto de hace unos días a A. L. J. su procesamiento como presunto autor de un delito de tenencia ilícita de arma, cuya utilización el pasado mes de julio contribuyó de forma trágica ... a que un niño de 12 años falleciese.
El procesado, de 75 años, era abuelo del menor, J. C. L., que el pasado 13 de julio se encontraba en la vivienda familiar, situada en el barrio de Huerta de Rey, cuando se produjo el suceso en la tarde noche.
El pequeño estaba en compañía de uno de sus primos, de 16 años, cuando por causas que tratan de aclararse por parte de la Fiscalía de Menores, se produjo el disparo de un revólver que alcanzó a la víctima.
Aunque su primo alertó rápidamente a vecinos y familia, y los servicios sanitarios se presentaron lo antes posible, las labores de reanimación no fueron suficientes.
El suceso ocurrió en una vivienda de la calle Francisco Mendizábal, cerca de la avenida de Salamanca. Al piso habían subido los dos primos solos, y ningún adulto se encontraba en ese momento en la casa, que no era la residencia habitual del pequeño fallecido.
Al parecer, los dos menores se encontraban jugando cuando se produjo el disparo. El chicho de 16 años tuvo que ser atendido aquella noche por un ataque de ansiedad.
La Policía se personó minutos después encontrando el arma de fuego, y tras conducir al abuelo hasta la Comisaría de Delicias, éste confirmó que no poseía licencia para la misma. Después de pasar a disposición del juzgado, el magistrado de Instrucción número 1 decretó su puesta en libertad con cargos.
El auto de procesamiento, que ha sido recurrido por el letrado del abuelo, recoge que el arma, un revólver con el calibre 6,35 milímetros, tiene también número de serie visible (A512). Se trata de un Brownig 1924, cuya pertenencia no había sido registrada. La Policía intervino el arma que ha sido analizada por los expertos del cuerpo para determinar si ha sido utilizada en otro momento.
Algunos testimonios recogidos horas después del fallecimiento señalan que A. L. J. tenía el revólver guardado desde hace años por temor a represalias por hechos ocurridos hace años.
De hecho, el Ministerio del Interior confirmó que le constaba dos antecedentes, uno de hace 30 años, por un homicidio en grado de tentativa, y otro hace 22 por un delito contra la propiedad.
En el nuevo auto, el Juzgado ordena continuar con el procedimiento abreviado contra el varón de 75 años. Asimismo, la Fiscalía de Valladolid mantiene abierta otra causa contra el otro menor que estaba presente, para aclarar si tiene alguna responsabilidad penal.
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