Es un Pleno de organización. Un trámite. La aprobación del organigrama que el alcalde, Jesús Julio Carnero, ha rubricado por escrito en diferentes decretos. El equipo es nuevo en estas lides y eso se nota en las enmiendas que ha habido que introducir para subsanar ... algunas deficiencias, como que Vox designara a un responsable y un sustituto en lugar de dos responsables en determinadas cuestiones. Sin embargo, la mañana sirve para definir de qué va a ir esto, al menos en los primeros compases, hasta que los concejales cojan peso específico y los concejales-parlamentarios Jesús Julio Carnero, Mercedes Cantalapiedra y Óscar Puente comiencen a asistir al Senado y al Congreso.
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Rocío Anguita (VTLP) y Pedro Herrero (PSOE) muestran las cartas de la oposición. Marcaje férreo desde el minuto uno, con una oposición muy armada, porque 9 de los 13 ediles han tenido área de gobierno. Así que han comenzado con algo que podía haber tenido trascendencia política pero se va a quedar en un paseo por la burocracia municipal. Las «irregularidades informadas por el secretario del Ayuntamiento: delegación al área de Turismo de Valladolid ciudad de cine y de Seminci, por un lado, y la adjudicación a la sociedad VIVA de la operación del soterramiento y de la ciudad de la justicia», dijo Rocío Anguita. A lo de las «irregularidades», término algo excesivo, replicó el alcalde, Jesús Julio Carnero: «No hay ninguna irregularidad ni ilegalidad que se pueda inferir del informe del señor secretario». Y Pedro Herrero insistió con lo mismo, después de tildar al nuevo equipo de Gobierno de «inexperto». «Quería cederle a Vox el Calderón, el Lava, pero no la Seminci ni los Goya. Hasta que no se modifiquen los estatutos esto es imposible. Es un procedimiento que puede durar varios meses. Están en manos de la extrema derecha, la formación que ha cargado contra el evento cultural más importante de Castilla y León por considerarlo sectario. Y en cuanto a la sociedad VIVA, ha firmado un decreto que dice una cosa que no se corresponde con la realidad. Le endosa unas responsabilidades que no puede ejercer si no se modifican los estatutos, procedimiento que también se prolongará varios meses».
Visto así, un lío tremendo. Acercando la lupa, un pequeño barullo que se va a resolver sin más porque Vox, en este caso, no va a hacer ruido. Asumen que el reparto de funciones se estableció de esa manera y, aunque de momento la Seminci quede bajo su ala, no van a guerrear por ello. Con lo cual, la primera defensa de los de Carnero resultó más sencilla de lo que podría haber sido. «Si quieren hacer aspavientos con esta cuestión, háganlos», retó el alcalde. «Cualquier organización cuando se pone en marcha establece cómo quiere dirigir y cuál es su hoja de ruta. Y este alcalde ha decidido que la organización es la que tenemos para este mandato, que no es definitiva, que la iremos reformando como han hecho todos los gobiernos a lo largo de toda la historia de este ayuntamiento. El anterior Gobierno lo reformuló tres veces. Cuando hay una decisión política de que unas materias recaigan en un área o en otra, hay que acomodar la situación jurídica», dijo. Y eso se hará. Aunque lleve, como anunciaba Pedro Herrero, unos meses.
El segundo punto de fricción en este Ayuntamiento con cuatro grupos bien divididos en dos bloques, PP-Vox y PSOE-VTLP, es de la relación de PP y Vox. Que para estamos en precampaña de las generales. Pedro Herrero, que será el martillo pilón opositor, calificó a Vox seis veces como «extrema derecha». Las contabilizó Alberto Cuadrado, portavoz de Vox. «Se lo pido una y no se lo pido más veces, nunca me dirigiré al PSOE como el partido de Filesa, de los Ertes, del Tito Berni. Es una petición formal, por educación, más que nada. No pienso gastar un minuto más del tiempo que nos pagan los ciudadanos en decir que somos un partido constitucionalista. A lo mejor con quien no se debe pactar con ustedes, si miran por el retrovisor verán infinitos casos de corrupción. Ustedes han pactado con bilduetarras e independentistas a los que les han perdonado después. Lecciones, las justas», le lanzó. Después del Pleno, Cuadrado, Herrero y Puente charlaron unos instantes con buen talante. La imagen, sin embargo, no augura una tregua aquí. No cotizan las apuestas a que Pedro Herrero va a insistir en lo de la «extrema derecha» durante los cuatro años de mandato municipal.
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Jesús Julio Carnero aseguró que es su intención no intervenir demasiado. Para eso está Blanca Jiménez, portavoz del grupo municipal, que pidió a la oposición «un poco de respeto hacia las decisiones que se están tomando y que en ningún caso trasgreden ninguna norma». Sin embargo, esta vez el alcalde sí quiso hablar. Carnero, que ha dirigido ocho años la Diputación Provincial, tiene carácter. Y lo va a utilizar si hace falta. Eso también quedó claro en su primer inciso. Fue para responder a la acusación de Herrero de que será un alcalde a tiempo parcial cuando empiece a ir al Senado. «Dedicación total y absoluta. Si hay una cámara de representación territorial es el Senado y desde ahí, si me dan su confianza los ciudadanos, defenderé los intereses de la provincia y del municipio de Valladolid», comenzó su argumentación. «Déjennos al menos intentarlo. Me parece bien que haya otros miembros de esta Corporación que estén en las Cortes Generales, porque eso va a redundar en beneficio de los vallisoletanos. ¿O no va a ser así, señor Puente?».
Porque Óscar Puente también será diputado. El ex alcalde llegó el último al Salón de Plenos, con camisa y sin americana. Pidió la palabra en una ocasión para hacer notar que Jesús Julio Carnero no podía pedir «votación», sin más, porque no hay turno de palabra al votar, sino que debía decir «votos a favor, votos en contra, abstención». Una aclaración de procedimiento que Carnero agradeció y aplicó. PP y Vox mantienen las tres comisiones que existían desde 2015. «Entonces usted, que estaba en el grupo municipal popular, se quejó de que eran pocas, me alegro de que cambiara de opinión», le soltó Herrero. Una muesca más en el muestrario de lo que se avecina. El Pleno acordó mantener el régimen retributivo para los ediles sin dedicación exclusiva o parcial. Es decir, las dietas por asistencia a los órganos de Gobierno. «Se mantiene la cantidad de 1.150 euros [mensuales] y se prevé su actualización automática en función de lo que se fije en los Presupuestos Generales del Estado para los empleados públicos».
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La próxima cita plenaria, ya con carácter ordinario, será el 26 de julio. Tres días después de las elecciones. Cuando ya se sabrá, aproximadamente, con quién habrá que renegociar el soterramiento en el Gobierno de España. Entonces comenzará de verdad la partida municipal.
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