Primer juicio contra los Dominican Don't Play en Valladolid por intento de homicidio

La Fiscalía pide para el único acusado, A. P. A. K, al ser los otros cinco implicados en la agresión inimputables al ser menores de edad, una pena de prisión de 21 años y seis meses por la suma de dos delitos. 17 años por homicidio en grado de tentativa y cuatro años y seis meses por robo con violencia.

Así mismo solicita una indemnización por la víctima de 25.494 euros por las lesiones sufridas y las secuelas de las mismas; otros 640 euros para los dueños de dos patinetes sustraídos durante la huida. Y una multa de 1.080 euros, a razón de 12 euros diarios durante tres meses, por los daños ocasionados al escaparate del negocio.

Los hechos tuvieron lugar en el Locutorio Santos, situado en el número 40 de la calle Nicolás Salmerón. Allí se desplazaron en torno a las 00:30 horas del día 7 de enero de 2024 seis miembros activos de los DDP para cumplir con la «misión» encomendada, según cita el escrito de calificación de la Fiscalía, de agredir al propietario del establecimiento, conocido como Dogol.

La víctima, al percatarse de la situación, trato de resguardarse en el interior del local, donde el encausado y los otros cinco miembros inimputables, que llevaban el rostro cubierto y portaban machetes, cuchillos y un bastón de grandes dimensiones, perpetraron la agresión. Uno de los menores trató de golpearlo primero con un machete, sin lograr alcalzarlo, momento en el que otro de ellos le propinó una cuchillada en el hombro derecho. Fue entonces cuando el agredido se giró dentro de la barra para coger una botella de cerveza para tratar de defenderse, momento que el procesado, actuando «con animó de ocasionarle la muerte, aprovechó para propinarle un machetazo con un arma de grandes dimensiones en la parte derecha del rostro.

Mientras esto ocurría, en el exterior del local el resto de miembros, que habían acudido «de mutuo acuerdo con los agresores para cumplir la misión que se les había encomendado por ser miembros de los DDP», tirarón piedras al escaparate del locutorio, ocasionando daños por valor de 577 euros. Al abandonar el local, el processado junto con los menores de edad, «actuando con ánimo de lucro ilítico», sustrajeron cuatro patinetes eléctricos estacionados fuera del establecimiento, desconociéndose la identidad de dos de los propietarios.

El escrito de calificación incide en que se trata de una «banda estructurada de forma jerárquica y con estabilidad temporal, con un reparto de tareas entre sus miembros». Así lo confirmaba la Policía Nacional el pasado mes de diciembre, que determinó la existencia de «una estructura organizada jerarquicamente» tras un año de investigaciones enmarcadas en la que bautizaron como 'operación Sede', iniciada a raíz de este suceso y que concluyó con 17 procesados. Dos de ellos permanecen en prisión preventiva y cuatro en régimen cerrado en centros de menores, estando los restantes en «diferentes situaciones y con medidas cautelares».

Tras estas actuaciones la Policía Nacional califcó como «abortado de raíz» el intentó de establecer un grupo violento en la capital vallisoletana, siendo la intención de los cabecillas asentar en Valladolid «un grupo juvenil violento a semejanza de los DDP, como los que hay en otras capitales como Madrid y Barcelona»: