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Este reportaje empieza con un desafío. ¿Serías capaz de atravesar la calle Santiago, de punta a punta, de Zorrilla a la Plaza Mayor, en línea ... recta y sin desviarte un milímetro? ¿Te ves en disposición de hacerlo un sábado a las 19:00 horas, un domingo a las 19:15, con las luces navideñas ya encendidas y miles de personas a tu alrededor? Lo hemos intentado. Este fin de semana. Y la respuesta a ambas preguntas es: imposible.
Hay tanta gente en la calle, tantos paseantes y curiosos, tantas familias y despistados, tantos turistas y fotógrafos de móvil, que no hay forma de caminar por Santiago sin esquivar al que viene de frente, sin buscar un hueco por el que meterse, sin meter codo cuando sea necesario. Valladolid ha estado estos días a reventar.
El jueves, con la inauguración de la campaña navideña (la más madrugadora de este siglo XXI, que es lo mismo que decir de siempre).
El viernes, con el 'black friday'.
El sábado porque es sábado y está la marcha del 25-N.
Y el domingo porque hay jaleo en la calle y habrá salir a ver.
La ciudad, abarrotada. Los aparcamientos más cercanos al centro, hasta los topes. Y en la Plaza Mayor, un ambiente navideño cuando todavía falta un mes para la visita de Papá Noel.
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«Se ha notado que hay muchísima gente», dicen Ana Díaz y Óscar 'Mongy', rodeados por una pandilla de muñecas y marionetas salidas de su taller Lanita Creaciones, en Delicias. Hay elfos, trolls, arlequines, trogloditas, monstruos que mueven la boca cuando una mano se cuela por su cogote. «Y turistas, se nota que hay también mucho turista. Ayer vendimos marionetas a gente de Cádiz, de Sevilla, de Vitoria y de Madrid», cuentan los responsables de uno de los 57 puestos (68 casetas, ya que algunas son dobles) que conforman el mercado navideño organizado por Foacal (la federación de organizaciones artesanas de Castilla y León) en la Plaza Mayor.
Imágenes del ambiente navideño en ValladolidVer 10 fotos
Este año, estrena una disposición en islas que todavía inquieta a algunos de ellos. «Lo habitual es en línea. Ahora parece un poco laberinto», cuenta Alicia Velasco, artesana del cuero que trabaja en La Losa (Segovia) y que tal vez viva aquí en Valladolid una de sus últimas ferias. «Voy a abrir una tienda en Segovia capital. Ojalá me vaya bien», cuenta esperanzada. No es fácil ni cómodo vivir de feria en feria, sobre todo cuando son tan largas como esta de la Navidad en Valladolid. Más de cuarenta días hasta que cierre el 5 de enero. «Hay que buscar aquí alojamiento. Te quedas a vivir muchas semanas fuera de casa», explica Alicia, quien tiene a su perra, Mirinda, como compañera. En su mostrador hay monederos, bolsos, mochilas, cinturones. Todo de cuero.
«Mi madre era modista y, cuando se deshacía de las tiras de cuero de la parte de abajo de los abrigos, yo lo cogía y hacía bolsos para mis amigas», rememora Alicia, quien encontró en esa afición un modo de ganarse la vida. Llamó a su taller Milana bonita, por su pasión por los pájaros y porque, también al principio, hacía trabajos en lana. Y sonaba bien.
Imágenes del ambiente navideño en la Plaza Mayor (1/2)Ver 20 fotos
Su vecina de puesto, el más cercano a la calle Santiago, trabaja el papel. Su taller, Fivi, está asentado en el valle del Tiétar. Allí, Nuria Gallego tiene un bosque de hojas que luego le sirven para hacer lámparas y bisutería con papel. Vinculado con la materia prima de ambas, el cuero y el papel, está Edufilart, un taller de Braga (Portugal) que también sirve aceites, incienso, quemadores.
Y junto a estos, hay puestos de alfarería, cosmética natural, juguetes de madera, joyas, velas y decoración. También están las camisetas, sudaderas y bolsas de algodón orgánico con las estampaciones creativas de Gonzalo de la Osa, segoviano que ha impulsado Little Quincy, su propia marca textil.
Son algunas de las propuestas que pueden comprase en la séptima edición de este mercado artesanal navideño que permanecerá abierto hasta la víspera de Reyes y que este primer fin de semana abierto ha recibido a multitud de visitantes (de 12:00 a 14:00 y de 17:30 a 21:00 horas). Además, hay una selección de dulces y productos gastronómicos, con obleas, magdalenas, rosquillas, almendras garrapiñadas... y, entre las casetas más visitadas, la del chocolate con churros.
Imágenes del ambiente navideño en la Plaza Mayor (2/2)Ver 44 fotos
Esta nueva disposición, que genera pasillos perpendiculares a la Casa Consistorial, se ha adoptado –explican desde el Ayuntamiento– para facilitar el acceso al Belén, que estrena ubicación en torno a la estatua del conde Ansúrez, con un pequeño recorrido que permite al visitante observar las cuatro escenas que forman parte del montaje.
El pesebre está instalado en la que mira hacia la calle Santiago y los Reyes Magos, en la orientada hacia la calle Pasión. Ha habido colas a última hora de la mañana y durante buena parte de la tarde para ver este Belén, que comparte Plaza Mayor con el tiovivo de época y las terrazas, que estuvieron llenas (sobre todo las mesas en las que por la mañana daba el sol).
El sábado, el centro se aprovechó de las tiendas abiertas por el Black Friday. Y al catálogo de calles atestadas se ha sumado Regalado, vía que muchos peatones utilizan para caminar desde Santiago hasta Portugalete, donde está una de las novedades del alumbrado navideño este año, con el pórtico y las cinco arcadas de siete metros de alto iluminadas por más de 77.800 luces led, que dibujan un espectáculo de luz y sonido a las 19:00, 20:00 y 21:15 horas. En total, el traje de luces con el que Valladolid se viste en Navidad tiene 2.774.995 puntos de luz, repartidos en 409 arcos, 93 elementos luminosos y 68 calles iluminadas.
Otro de los puntos importantes de la Navidad está en torno a la plaza de Zorrilla. En el lado de la calle Santiago, está la gran caja regalo (también con sesiones de luz y música a las 18:30, 19:30 y 20:45 horas). En el otro lado de la plaza, ya en Recoletos, la pista de hielo (todavía sin abrir), carruseles, camas elásticas y piscinas de bolas.Y también puestos de productos navideños.
Hay una casa en Santovenia donde todo el año es Navidad. «Si tú vienes en mayo, te encontrarás todo lleno de pesebres y figuritas de Belén», dice Patricia Pérez, quien durante estos días atiende uno de los puestos navideños con más tradición en la ciudad. Está instalado en la Acera de Recoletos. Allí, Patricia vende pastores y mulas, Reyes Magos y ovejas, lavanderas y angelitos. De barro, de plástico, de resina…
Una oferta de cientos y cientos de figuras que hace ya más de cuarenta años vendía su padre, Juan Anselmo, en los soportales de Cebadería.
Cuenta Patricia que sus padres se dedicaban a la venta ambulante. Que solían pasar las Navidades fuera de casa, en ferias y mercados. Hasta que un año, con su madre embarazada, vieron que era imposible salir a faenar. Patricia nació el 22 de diciembre, «el día de la Lotería». Y su padre pidió ese año un puesto en Valladolid para no tener que pasar esas fechas lejos de su mujer y su hija recién nacida.
Juan Anselmo vendía entonces «todo tipo de cachivaches, de coladores a pelapatatas». También petardos. Pero cuando pidió un tenderete en su ciudad, le dijeron que tenía que ofrecer productos meramente navideños, adornos para el árbol. Así que la familia Pérez empezó a trabajar en unas figuritas y estructuras de Belén que hoy se han convertido en clásicos de la Navidad pucelana.
Las primeras las adquieren en una pequeña localidad italiana cerca de Bari, donde Patricia viaja todos los meses de febrero para adquirir el material que luego venderá a partir de diciembre. El resto del año, en esa casa de Santovenia, trabajan en la construcción de pesebres, ríos, castillos y estructuras varias para decorar mejor el Belén. Fue el padre Juan Anselmo, apasionado de las manualidades, quien comenzó a elaborar estos elementos decorativos que hoy vende su hija en Recoletos.
El de Patricia es uno de los puestos que forman parte del mercadillo de productos navideños que, situado junto al Campo Grande. Allí despachan dulces y empanadas, artículos de broma y gorros de Papá Noel, diademas de reno y juguetes de plástico. También las piezas de Belén de Patricia. O las figuritas (de cinco centímetros) que decora y tunea Jesús Pascual. Su puesto también arrancó en aquellos soportales de Cebadería o Ferrari. Hoy ofrece más de 160 referencias para el Belén.
«Las figuras ya vienen hechas, pero nosotros las adaptamos en distintas situaciones», explica Pascual, quien todos los años prepara novedades para quien quiera ampliar su Nacimiento. Esta vez, «hay parras de vendimia, una barbacoa, un puesto de lotería o un cigoñal, ese artefacto que sirve para sacar sin gran esfuerzo el agua de un pozo», cuenta a todos aquellos que se acercan por Recoletos, uno de los puntos de Valladolid donde, este año más pronto que nunca, ya ha llegado la Navidad.
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