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El temido corte del tramo central de la calle Angustias, a los pies del Teatro Calderón, apenas ha causado retenciones este lunes en el entorno y ha evidenciado la más notable caída de la circulación durante esta segunda quincena de julio. Los operarios cortaron puntualmente el rectángulo de la vía situado entre los cruces de las calles Echegaray (hacia la plaza de la Universidad) y Solanilla (hacia el entorno de la Antigua), dos vías que se mantendrán abiertas durante esta primera fase de los trabajos y que han asumido la circulación procedente tanto de la Bajada de la Libertad como del eje de San Quirce hacia el centro.
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Una máquina comenzó a picar el adoquinado del firme de la calzada, por ahora, entre la parada del autobús del número 5 de la calle Angustias y el cruce con Leopoldo Cano –está permanece también cortada por las obras de peatonalización–, un rectángulo que permanecerá vallado hasta el final de las obras, previsto inicialmente para el 27 de agosto, antes, en cualquier caso, de las ferias.
De manera que los coches pueden circular por ahora con relativa normalidad hacia Echegaray (solo desde la Bajada de la Libertad) o Solanilla (solo desde San Quirce). La situación se complicará a partir del martes de la semana que viene, día 27, cuando está previsto cortar un segundo tramo de Angustias, entre Leopoldo Cano y Macías Picavea, para sustituir el adoquinado. Este segundo corte, en el que se mantendrá abierto el acceso al aparcamiento de Portugalete, está previsto que dure diez días.
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