El PP en el Ayuntamiento de Valladolid prepara ya la denuncia contra el alcalde, Óscar Puente, por su estancia en un yate junto a un empresario vasco al que el Consistorio adjudicó un contrato de 200.000 euros para la compra de equipos de protección ... contra el coronavirus.
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El concejal de esta formación, José Antonio de Santiago-Juárez, confirmó ayer que el grupo trabaja en dos líneas. La primera, la amistad que el regidor ha admitido que mantenía con este hombre de negocios bilbaíno, lo que, según los populares, a ellos no les fue comunicado y que le hubiera obligado a no participar en la firma del contrato. En este punto, el edil recordó que «solo el portavoz de Ciudadanos» confirma que Puente les habló de su amistad con Sergio Zaitegui. «El propio interventor en su informe dice que no recuerda eso», apuntó.
La segunda línea sería la presunta vulneración del artículo 26 de la Ley de Transparencia, que determina que no es legal aceptar regalos que superen los usos habituales, sociales y de cortesía, lo que conllevaría un delito de cohecho. De Santigo-Juárez aseguró que «en unos días habrá nuevas pruebas» contra el regidor que ayudarán a armar las acciones judiciales anunciadas por su partido el martes.
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Un día después de abandonar el pleno antes de su conclusión a causa de esta polémica, el exvicepresidente de la Junta se despachó contra Óscar Puente por no aportar las pruebas de pago de esa estancia en Ibiza. «Si no tiene interés, por algo será; si lo hace, a nosotros no nos quedaría más remedio que dar marcha atrás y nos dejaría por los suelos», argumentó el segundo en la bancada de los populares.
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Vida privada «muy limitada»
Desde el primer momento, Puente ha asegurado que él se paga sus vacaciones, pero se ha negado a aportar los documentos que lo justifiquen alegando que este aspecto forma parte de su vida privada y de su intimidad.
De Santiago-Juárez arremetió contra la intervención «infantiloide» del alcalde ante el ruego que hizo el PP al final de la sesión y subrayó que los políticos tienen una vida privada «muy limitada», ya que están obligados a dar a conocer sus bienes y rentas, entre otros aspectos. Lo que más enfadó a De Santiago-Juárez, hasta el límite de abandonar la sesión plenaria, es que el alcalde «reparta carnés de buenas y malas personas» dependiendo de cómo actúen con él. «Eso no lo voy a tolerar», afirmó el concejal, quien calificó al primer edil como un «saco de mentiras y complejos». «Está muy nervioso, porque cada día que pasa está más cerca de conocerse la verdad», aseguró.
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