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Estas dos amigas se quedaron embarazadas con dos meses de diferencia y Laura ya se ha vacunado, pero Rocío tendrá que esperar hasta que llegue ... su semana 20 de gestación. «Es preferible recibir la vacuna para no tener miedo de lo que nos pueda pasar a nosotras o a los fetos si nos contagiamos de coronavirus», coinciden ambas.
Su postura es muy clara pero el proceso de decidir si ponerse la vacuna o no les ha supuesto algún que otro quebradero de cabeza. «Mi ginecóloga y mi matrona me recomendaron que no me vacunase hasta que estuviese de 20 semanas porque no se podía antes, pero fui yo la que tuve que ir a informarme porque nadie me había dicho qué opciones tenía», asegura Rocío, quien reconoce haber temido por su salud y la de su bebé por la presencia del coronavirus. «Estar embarazada durante una pandemia como esta es complicado porque tienes miedo constante en el cuerpo», precisa Rocío. Esta joven medinense de 28 años se enteró de que estaba esperando un hijo cuando las cifras de la pandemia parecían remitir. Pero llegó la quinta ola y la incertidumbre volvió a invadirle. «No sé qué le puede pasar al bebé si cogiera el coronavirus, por eso tengo muchísimo cuidado y no me quito la mascarilla para nada. Además, en cuanto esté de más de 20 semanas voy a ir a vacunarme porque pienso que es lo correcto».
Una situación similar es la que vive su amiga Laura Gibaja, de la misma edad y embarazada de 22 semanas. Ella ya ha recibido la vacuna contra el coronavirus y reconoce estar «más tranquila por lo que pueda pasar». Las dudas que albergaba frente a la inyección se disiparon al conocer casos de mujeres que habían perdido a sus bebés tras contraer la infección. «Me contaron que se habían dado casos de partos prematuros e, incluso, de muerte del feto en algunas mujeres que cogieron el virus y no estaban vacunadas. Por eso me decidí y ya he recibido la dosis de inmunidad que me corresponde», precisa Laura. Ella pasó el coronavirus en febrero de este año y, por ese motivo, solo recibirá una dosis. «Yo hago caso a lo que me dicen los médicos, que son los que saben», sostiene. Con la vacuna ya inoculada el pasado 3 de agosto, Laura asegura estar «muy tranquila» por la seguridad que supone. «Ahora tengo menos miedo de lo que le pueda pasar a mi hijo si cojo el virus, aunque continúo teniendo mucho cuidado y apenas estoy sin la mascarilla».
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Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) el riesgo de que la persona gestante o el feto puedan sufrir complicaciones asociadas a la infección es mayor durante el tercer trimestre de embarazo. Además, la experiencia sobre la vacunación en el primer trimestre del embarazo es todavía muy limitada. Por tanto, recomiendan situar la inyección de la inmunidad a partir de la semana 20 de gestación. Hasta el momento, los datos disponibles tras la vacunación a millones de embarazadas en todo el mundo no han mostrado efectos adversos del fármaco en ellas o en los fetos. Por ello, tanto Rocío como Laura recomiendan a las embarazadas que conocen que se pongan la vacuna «para quedarse más tranquilas y no poner el riesgo a los fetos en caso de coger el virus».
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