Pragmatismo tras la cumbre de los esbozos de Valladolid

Que lo de repoblar la Raya no tiene presupuesto por ahora, en definitiva, aunque se plasmara la preocupación de ambos gobiernos por el tema a lo largo de 13 puntos de la declaración conjunta.

Por eso este jueves, entre las primeras reacciones a la cumbre hispanolusa, se encontró la de la Junta de Castilla y León, pidiendo más pragmatismo. Dinero. Medidas. Proyectos. «Lo importante es que eso se materialice», dijo la portavoz del Gobierno autonómico,Milagros Marcos. Que por supuesto recordó que «la Junta viene avanzando y trabajando desde hace tiempo» en ese asunto.

El día después de la cumbre era el momento para volverse crematístico. Más allá de las fotos oficiales queda la cuestión, por ejemplo, del coste de todo esto. Fue el PP el que llevó la pregunta al Senado:«¿A cuánto asciende el coste económico de los trayectos que hizo el avión Airbus que partió desde la Base Aérea de Torrejón de Ardoz para desplazar al Presidente del Gobierno a Valladolid el 21 de noviembre de 2018?».

La senadora, según informa Europa Press, pidió un desglose de lo que costó la tripulación, el combustible, las comidas y los gastos aeroportuarios. También quiere saber cuánto costó el helicóptero que desplazó a Sánchez desde La Moncloa a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, donde se subió al Airbus, y qué desplazamientos hicieron los coches oficiales adscritos al presidente, incluido el detalle de las horas de salida y de regreso y de los trayectos realizados por estos vehículos. Y eso que no vino el Falcon.

A pie de tierra, en Valladolid, el hola y adiós de los dos equipos de gobierno de la Península Ibérica dejó una sensación contrapuesta en el Ayuntamiento. El PP vio «consecuencias negativas para los vecinos y la ciudad de Valladolid». Y el alcalde, Óscar Puente, presumió de ciudad hasta conseguir que António Costa, primer ministro portugués, se planteara realizar una «visita privada» en breve a la ciudad.

La imagen de los dos equipos ministeriales junto a sus máximos responsables en San Pablo tiene un retorno positivo, claro, en cuanto a imagen de la ciudad. Es el tipo de impactos que se evalúan desde el punto de vista del 'marketing', como ocurre con la Seminci, por ejemplo, o con la llegada de Ronaldo al Real Valladolid. Por eso el alcalde optó por destacar, más allá de las molestias que puede causar la organización de una cumbre de estas características, que el evento «estuvo fantástico en lo que corresponde a Valladolid, se dio una imagen magnífica y los gobiernos portugués y el español se fueron maravillados, además de que se puso en valor el Palacio Real, que es una joya y un gran desconocido para Valladolid».

Puente aseveró, informa Efe, que «todos se fueron impactados con la ciudad y con la gastronomía, y el presidente de Portugal prometió una visita privada». «Valladolid es una capital con un estándar de calidad de vida enorme y creo que no la hemos vendido muy bien en el pasado, pero actualmente los datos de turismo son fantásticos y hemos tenido la ciudad de los últimos días sin una sola habitación en un mes de noviembre», aseguró.

Por contra, el PP municipal consideró la cumbre un fracaso «que fue noticia nacional por el exceso en el gasto del desplazamiento de Sánchez y su Gobierno». En tono sarcástico, el grupo popular afirmaba que «está bien que Puente invite a pinchos al gobierno de Sánchez para mostrar la fortaleza gastronómica de Valladolid, pero ni siquiera lograr que un solo miembro del gobierno hiciera noche en la ciudad demuestra la escasa influencia de Puente con el gobierno de Sánchez».