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Circulación por la A-6 a la altura de Tordesillas. F. J.

Este es el posible coste del peaje en las autovías: 54 céntimos de Tordesillas a Valladolid y 27 de la capital a Tudela

El Ejecutivo de Pedro Sánchez propone 2024 como fecha para la entrada en vigor de un impuesto que ya planteó (con cifras incluidas) hace dos años

Víctor Vela

Valladolid

Miércoles, 5 de mayo 2021

El 'pago por uso' de las autovías que propone el Gobierno como medida para recaudar más dinero durante los próximos años (y que se incluye entre las medidas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a la UE para acceder a los fondos europeos) contempla que los conductores tengan que pagar un peaje por utilizar la red de vías con doble calzada. La idea del Ejecutivo de Pedro Sánchez es empezar a cobrar por circular por las autovías a partir del año 2024.

No es una idea nueva. De hecho, el Ministerio de Transportes (entonces de Fomento) ya ha lanzado en varias ocasiones ideas parecidas. También lo hizo el de Hacienda. Incluso han llegado a deslizar las cantidades que podrían cobrarse. El Gobierno ya adelantó este plan el 13 de agosto del año 2019. Y desveló que manejaban la posibilidad de que se pagara en torno a la décima parte de lo que se abona ahora en una autopista de peaje.

Así, por ejemplo, entre Villalba (Madrid) y San Rafael (Segovia), el precio medio para un vehículo ligero es de 4,55 euros. Se trata de un tramo de 25 kilómetros. Entre Tordesillas y Valladolid capital son 30 kilómetros. Si se aplicara el mismo precio y esa propuesta que en su día hizo Fomento de una décima parte del peaje, el conductor que vaya de Tordesillas a la capital debería abonar 54 céntimos por trayecto (1,08 euros, ida y vuelta). Un vecino de Tordesillas que acudiera a trabajar de lunes a viernes a la capital (en horario continuado) pagaría en torno a 23 euros al mes.

Vídeo.

Entre Tudela de Duero y Valladolid, 0,27 céntimos por viaje. Si un residente de Tudela tuviera que ir y venir cuatro veces a la ciudad (horario partido en su trabajo) debería desembolsar al mes una cantidad parecida, en torno a los 24 euros al mes (además de la gasolina).

Sin embargo, las empresas de mantenimiento elevan estas cantidades. Apuntan a cuatro céntimos por kilómetros. O sea, un euro de Tordesillas a Valladolid y 60 céntimos entre la capital y Tudela, por ejemplo.

En Valladolid hay 303 kilómetros de autovía: un tramo de 84 kilómetros de la A-6 (Autovía del Noroeste), casi 90 kilómetros de la A-62 (Autovía de Castilla), dos tramos de la Autovía del Duero (A-11), la autovía de Pinares (hacia Segovia) y tramos desdoblados de la autovía hacia León. Y eso, sin contar las rondas de circunvalación a la capital (como la VA-30).

Junto a las dotaciones, las demandas históricas: como la A-11 (desde Tudela de Duero hacia Soria, pasando por Peñafiel), la de León o el tercer carril de la A-62.

El Gobierno baraja 2024 como la fecha en la que se podría comenzar a implementar el sistema de pago por uso en la red de carreteras del Estado (abre la puerta incluso a la posibilidad de cobrar por circular por las vías convencionales), como respuesta a los dos principios en los que se basará a partir de ese momento la utilización de las carreteras: «quien contamina paga» y «el que usa paga», informa Europa Press.

Hasta ese momento, el Ejecutivo prevé llevar a cabo una campaña de «concienciación y sensibilización» sobre los transportistas y la población en cuanto a la necesidad de ejecutar esta medida, según lo asegura en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas.

Basándose en la experiencia internacional, el Ejecutivo cree que el tiempo mínimo necesario para desarrollar los instrumentos normativos y crear la estructura precisa para implantar un sistema de pago por uso a nivel nacional es de entre dos y tres años.

No obstante, el Gobierno insiste en que buscará el acuerdo social y político para implementar esta medida, consultando con los transportistas profesionales, así como con las comunidades autónomas y otras administraciones para determinar la voluntad de todos de incorporar peajes en las carreteras bajo su titularidad.

Respecto a los camiones y resto de vehículos pesados autorizados para el transporte de mercancías por carretera, el texto aclara que se impulsarán desde la Administración las condiciones normativas necesarias para que el coste del peaje sea asumido por los cargadores, incentivando así la búsqueda de la sostenibilidad y eficiencia del transporte.

En este sentido, el Gobierno se escuda en varios elementos para justificar esta medida, siendo la minorización de las emisiones de gases de efecto invernadero, el impacto de la carretera sobre el medio ambiente y la eficiencia del transporte algunos de ellos.

Sin embargo, la principal razón es el abultado déficit que arrastra la conservación de las carreteras. «Con una red estatal que supera los 26.466 kilómetros de extensión, de los que unos 12.000 son de carreteras de alta capacidad, lo que hace que tengamos la más extensa de Europa, los costes de conservación son crecientes y no es posible que sean asumidos de manera directa por los recursos presupuestarios«, señala el texto.

El Gobierno también aclara que el sistema podría ser «escalable y progresivo», es decir, que se cobre inicialmente solo en la red de alta capacidad (autovías) y que se extienda de forma progresiva a otras redes, abriendo la puerta así a que cualquier carretera pueda ser de peaje.

Esta progresividad en la aplicación de la medida responde al esperado rechazo que causará en la población. Por ello, defiende que se determinarán tarifas «asumibles pero que garanticen la financiación».

Desde la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex) defienden que un peaje de entre 3 y 5 céntimos de media sería suficiente para acabar con el déficit de 8.000 millones que ya acumula la conservación de las carreteras.

Tras la directrices apuntadas por Europa en el marco de la última gran crisis financiera, Portugal introdujo peajes en toda su red de alta capacidad, no solo para vehículos pesados, como requería Bruselas, sino en todos ellos, incluidos los ligeros, es decir, a todos los ciudadanos.

En España, lejos de introducir peajes, las políticas han ido en sentido contrario, en no renovar las concesiones que llegaban a su fin, lo que ha permitido liberar de peajes varias autopistas que ahora son gratuitas. Además de en Portugal, en Francia e Italia prima el pago por uso, mientras que en Alemania todas las autopistas son gratuitas.

La implantación de un peaje medio en España de cuatro céntimos por kilómetro supondría un pago de 9 euros para ir desde Madrid a Burgos, de 12 euros para viajar entre la capital y Zaragoza, de unos 14 euros para ir hasta Valencia, 15 a Córdoba, 16 euros a Badajoz o 22 euros a La Coruña, informa Europa Press.

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