Valladolid

Los policías que salvaron al hombre en parada: «Éramos su única esperanza»

David S., Javier O. y Miguel C. son los tres agentes de la Policía Local que consiguieron devolver el pulso a un corazón que había dejado de latir. Sus ojos dicen más que sus palabras, porque a la evidente y profunda satisfacción que sienten los tres, les envuelve la humildad de haber cumplido con su trabajo.

Miguel y Javier, incorporados hace casi un año a la plantilla policial motorizada de Valladolid, no deberían estar en ese momento de patrulla con David, el subinspector, pero el destino quiso que así fuera. «Por cuestiones de organización del servicio nos tocó estar en ese momento», explican.

Aunque para David no es la primera vez que se topa con una persona en parada en sus 14 años de carrera policial asegura que «siempre hay nervios ante una vida que se va» y por mucho que pase el tiempo, «nunca se olvida algo así». En ello coinciden Miguel (17 años en el cuerpo policial) y Javier (14 años de experiencia) con muchas intervenciones a sus espaldas aunque primerizos en esto de reanimar a una persona tendida en el suelo, inconsciente y sin pulso.

A las 17:25 les entró el aviso por radiopatrulla y en menos de tres minutos se presentaron en el lugar donde el hombre permanecía inconsciente. Los tres aprovechan para poner en valor la cadena de actuaciones que permitieron que todo acabase con un final feliz. «Hay que agradecer tanto a la persona que le vio caer, como a la que se paró a ayudarle y dio el aviso, también a una enfermera que intervino y a los agentes del cuerpo nacional de policía», acudieron como apoyo y trataron de mantener la intimidad del hombre protegiendo la escena con mantas de las miradas de una calle abarrotada de curiosos.

No fueron necesarias las descargas del desfibrilador pero sí los masajes cardíacos durante unos minutos cruciales que eso sí se les hicieron «eternos», confiesan ahora que ha pasado todo.

Aseguran que el instinto «tira mucho» a la hora de actuar, aunque ellos reciben formación constante para saber cómo actuar en estos casos, sobre maniobras de primeros auxilios y sobre el manejo del desfibrilador DESA con el que van equipados (la Policía Local de Valladolid cuenta con seis dispositivos de reanimación repartidos entre los cinco distritos en cada turno).

La llegada de los sanitarios de Sacyl, que trasladaron de urgencia al hombre al Hospital Clínico donde permanece, completó una cadena de intervenciones fundamental para sacar adelante al hombre de cuyo estado siguen pendientes. «Cuando el personal sanitario entró en juego, nosotros recuperamos de inmediato nuestro papel de protección de la intervención», explica el subinspector.

«Deseamos de corazón que se recupere pronto», finalizan los tres agentes con la mayor satisfacción que pueden sentir como policías y como personas, la de volver a casa sabiendo que has salvado una vida.