La Policía Local incorporará un nuevo dron para vigilar botellones y aglomeraciones

«Trabajamos con drones de forma efectiva y somos de los primeros cuerpos de policía que los usamos de forma tan habitual, aquí cada semana hay un evento importante, ya sea cultural, social o deportivo», explica el subinspector de la Policía Local de Valladolid, José Bravo, uno de los impulsores de la incorporación de estos dispositivos en el cuerpo.

«La primera formación la llevamos a cabo con algo más de diez agentes y actualmente somos más de 30 los que tenemos capacidad para manejar los drones. Fundamentalmente se trata de mandos de todas las unidades por lo que se pueden poner en marcha en cualquier momento aunque solemos trabajar en función del requerimiento y las necesidades del propio operativo», puntualiza.

El subinspector hace la prueba de su manejo y control con estos aparatos en un parque del barrio de La Victoria, pero antes de que el dron despegue del suelo pide permiso a la zona de control aéreo de Villanubla, avisa a los helipuertos de la Junta de Castilla y León y también al servicio de emergencias del 112 para verificar que no haya helicópteros sobrevolando la zona. «Al final las pruebas que te realizan son las mismas que las que exigen para pilotar una avioneta»., dice Bravo, quien destaca la «gran utilidad policial que le sacan a estos pequeños robots voladores. «Nos sirven de mucho en eventos deportivos, son nuestros ojos en momentos donde se producen grandes aglomeraciones y muy útiles para realizar vigilancias específicas en celebraciones como la noche de San Juan, en la que pudimos organizar la localización de las ambulancias de la forma más operativa posible», argumenta Bravo.

Empezaron con dos modelos y actualmente cuentan con cuatro, lo que les facilita mucho las labores para actuar en concentraciones de personas en el momento en el que hacen botellón. «Al disponer de cámara térmica y de una iluminación muy potente, da lo mismo que la gente se esconda, que no sean localizables a simple vista o que estén en un edificio abandonado. La detección con el dron nos permite introducir las patrullas de una forma totalmente efectiva y no a ciegas», añade.

No tienen un registro concreto de cuántas denuncias han puesto gracias al uso de los drones como herramienta de vigilancia, pero recuerdan su efectividad en zonas menos concurridas de la periferia, donde han puesto varias denuncias al 'cazar' mediante imagen a personas que se encontraban tirando escombros de forma ilegal en zonas donde la policía vigila desde el aire.

La regulación no les permite volar a una altura superior a 120 metros pero les es más que suficiente para captar todo lo que necesitan. «Podemos detectar o leer matrículas y dar avisos en grandes aglomeraciones por el sistema de altavoces. La inversión total que realizó el Ayuntamiento de Valladolid es de unos 18.000 euros, aunque esperan que en los próximos meses se incluya un nuevo modelo que llegue para implementar la operatividad de los cuatro disponibles.

Los usos no solo se centran en la labor policial, ya que el manejo de estos dispositivos por parte de los agentes se usa para facilitar el trabajo a pie de calle, por ejemplo a la hora de intervenir en la inspección y mejora de infraestructuras. «Podemos captar la imagen nítida de un puente y nos desprendemos de la necesidad de que un operario tenga que ponerse los arneses y hacer cualquier observación».

Captan imágenes a tiempo real, que pueden quedar registradas para usos posteriores y que se pueden visionar en modo térmico. «Al final nos adaptamos a las mejoras tecnológicas de las que disponemos, como el sistema informático de la policía que se encuentra inmerso en un proceso de renovación».