La Policía busca a los dos últimos implicados tras liberar a tres menores retenidas en Valladolid

Los hechos, que se conocieron en la noche del sábado tras informar de ellos, vía Twitter la Policía Local de Valladolid, se precipitaron a última hora del pasado viernes y culminaron con la liberación de tres adolescentes a las que los agentes encontraron en una especie de cubículo o zulo ubicado en un edificio sin terminar, en las inmediaciones de la salida hacia Soria y la ronda de Valladolid, en el Páramo de San Isidro. La condiciones de salubridad de ese espacio eran muy precarias.

El rescate de las chicas fue posible gracias a que una cuarta menor, que había estado allí horas antes con ellas, denunció ante la Policía Local de Salamanca que sus amigas estaban retenidas y que ella había sido objeto de una agresión sexual.

La llamada del Grupo de Menores de la Policía Local de Salamanca permitió que los agentes vallisoletanos realizaran una rápida intervención para localizar a las adolescentes. Tuvieron que apoyarse en los Bomberos de la capital para poder acceder al interior de la edificación de tres plantas, cuya estructura presentaba un gran estado de deterioro.

La operación terminó en torno a las siete de la mañana y, según informaron fuentes policiales, una de las menores ya está en casa con su familia y las otras tres, que se habían escapado del centro de menores Zambrana, fueron trasladadas de nuevo a dicha institución.

Cuatro de los seis jóvenes veinteañeros, okupas del inmueble abandonado que se encontraban en el zulo, practicado bajo la cubierta, fueron detenidos y puestos a disposición judicial. Uno de ellos se resistió al arresto y protagonizó un altercado con los agentes. Les lanzó ladrillos y otros objetos durante la redada, intentado escapar por el tejado. Finalmente, los policías le convencieron para que depusiera su actitud y el chico saltó desde la cubierta.

Las cuatro menores, de edades comprendidas entre los 14 y 16 años (recién cumplidos), estuvieron dentro del pequeño habitáculo cerrado, al que se accedía por una escalera, durante varias horas. Las tres que se quedaron se habían escapado del Zambrana y la cuarta, que se había fugado de su casa en Salamanca, decidió marcharse y volver con su familia. En la capital salmantina acudió a la Policía Municipal para denunciar que sus amigas estaban siendo retenidas en Valladolid por seis jóvenes y que ella había sido agredida sexualmente por uno de ellos. Cuando llegó la policía vallisoletana, el joven que supuestamente había abusado de la menor y un sexto hombre ya no estaban en el edificio.