La Policía busca aún el botín de medio millón de euros del último golpe atribuido a Pirri y Fofó en Valladolid

Fueron dos golpes limpios, perpetrados con una puntería más que certera que invita a pensar que tenían su objetivo más que estudiado. El caso es que los investigadores atribuyen a los hermanos Pirri y Fofó, con la colaboración de una tercera sospechosa, A. R. C., la autoría de los dos robos. Sería, de demostrarse, su segundo golpe idéntico en lo que va de año, desde que el menor de los hermanos abandonó la prisión provincial, a la que regresó en 2020 para terminar de cumplir una condena a diez años de prisión por un intento de homicidio que protagonizó en 2008 en la antigua discoteca La Rosaleda.

El caso es que los agentes atribuyen a ambos, con distintos compinches en cada ocasión,el violento asalto a una anciana en su casa de Quintanilla de Onésimo, a la que maniataron y obligaron a abrir una caja fuerte para llevarse 80.000 euros en efectivo y 70.000 en joyas, y los dos asaltos a viviendas de un mismo propietario registradas el 28 de julio. De la primera, situada en un pueblo de la provincia, sustrajeron de madrugada una escopeta, joyas valoradas en 72.449 euros y 20.000 euros en efectivo. La casa, a la que accedieron forzando la reja de la ventana de la cocina, estaba vacía y de ella cogieron las llaves de una segunda residencia de la víctima, esta vez situada en la capital, a la que accedieron la mañana siguiente. En este segundo escenario arrancaron de cuajo la caja fuerte, en cuyo interior los dueños situaron joyas valoradas en la friolera de 487.040 euros y que evidentemente tenían inventariadas.

La ausencia de los moradores facilitó los dos golpes consecutivo y no fue hasta tres días después cuando fueron descubiertos los robos. Los agentes recuperaron en la segunda casa una maza, la herramienta utilizada en prácticamente todos los golpes de la original banda del Mazo y de sus posteriores versiones ya del BMW;así como una palanqueta y tres destornilladores. Pero ni rastro del botín. Los 559.489 euros en joyas se esfumaron, junto al dinero, y aún están siendo buscadas por los policías nacionales.

Pirri y Fofó, los eternos sospechosos habituales, fueron puestos de nuevo en libertad con cargos por el último robo. Lo mismo ocurrió en su anterior detención por el asalto de Quintanilla. Entonces sí fue enviado a prisión un tercer sospechoso, Cristian S. J. D., otro exmiembro de la banda del BMW, en cuya vivienda recuperaron parte de aquel botín. La otra fue localizada cuando intentaba venderla en un comercio de 'compro oro' de la capital.