El pleno de aspirantes MIR de médicos de Familia da un respiro a la sanidad de Castilla y León
Las últimas plazas que se eligieron en España se concentraron en Galicia, pero con Ponferrada, Miranda de Ebro, Soria, León y Aranda de Duero entre los 50 destinos que cerraron el proceso
El pleno de aspirantes de entrada a las plazas MIR de formación especializada en un proceso que ha culminado sin puestos vacantes a nivel nacional ... traslada un respiro de alivio que se extiende también en la sanidad de Castilla y León y, sobre todo, en la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria. El año pasado quedaron en la comunidad 47 plazas sin cubrir en esa especialidad, 40 en 2023 y 45 en 2022. Ahora hay aspirantes para todas.
Contar con 'banquillo' de médicos en las consultas de Atención Primaria es clave para que funcione correctamente la asistencia sanitaria, de ahí que el hecho de que se haya cubierto la oferta de 182 puestos en Castilla y León despeja en cierta medida un horizonte tensionado por la edad de la plantilla y las jubilaciones que se preven en los próximos años.
Medicina Familiar y Comunitaria era la especialidad en la que se ofertaban más puestos, pero también la que ha estado en el último lugar de preferencia por parte de los recién licenciados que habían superado el examen para ser Médico Interno Residente (MIR) de principios de este año. De hecho, los dos días finales solamente quedaban ya puestos en esta especialidad, después de que se agotarán las últimas vacantes en Medicina Preventiva y Salud Pública y Medicina del Trabajo, el 'trío' que ha cerrado un proceso de elección que se articula en función de la nota del aspirante. Los últimos 50 en elegir, los que quedaron entre los puestos 13.228 y 13.433 tenían ante sí un número reducido de destinos. Recalarán sobre todo en Galicia, pero también en esas últimas plazas que se cubrieron había tres en Ponferrada, tres más en Miranda de Ebro, otras tres en Soria, dos en León y una en Aranda de Duero.
«Aquí vais a encontrar las mejores condiciones para crecer, aprender y desarrollar vuestros proyectos de vida», ha animado Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta, en una bienvenida a través de las redes sociales a los profesionales sanitarios nóveles (de Medicina, Enfermería, Psicología, Biología, Física, Química) que han elegido Castilla y León para formarse. El dirigente autonómico se ha felicitado «por el esfuerzo colectivo» que supone mantener a la comunidad como un «referente» en la formación sanitaria especializada, al cubrirse todas las plazas. Es algo que ha ocurrido a nivel nacional en todas las autonomías.
«Yo les recomendaría que aprovechen la formación a tope» para trabajar en unas consultas a las que llegan personas con problemas médicos «de todas las especialidades», aconseja Isabel Gutiérrez, presidenta de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria, que destaca que esta especialidad permite a un profesional «atender a un paciente en su totalidad» y de manera muy humana. Gutiérrez ofrece una lectura positiva de un proceso en el que las plazas para especializarse en Medicina Familiar y Comunitaria «son las que más se ofertan». Y utiliza un símil militar. «Puede haber muchos generales o capitanes, pero sin infantería no se hace nada», remarca la presidenta autonómica de la sociedad que reúne a los médicos de familia, una especialidad para la que demanda a quienes están al frente de consejerías, ministerios y universidades «prestigiarla como se merece».

Castilla y León ha ofertado este año 182 plazas para captar nuevos residentes de Medicina Familiar y Comunitaria de las que a mitad del mes de mayo y tras casi dos semanas de elección de aspirantes había adjudicado únicamente ocho. La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha puesto en liza 755 plazas en total de formación especializada. La mayoría para médicos, pero hay más de 150 para graduados en Enfermería, otras 18 para psicólogos y 5, por ejemplo, para físicos que completarían las plantillas de las áreas de Radiología. Las primeras especialidad en agotarse fueron Dermatología y Venereología y Cirugía Plástica Estética y Reparadora. El primer MIR que escogió Valladolid optó por Endocrinología y Nutrición en el Hospital Clínico.
Los últimos MIR han sacado una puntuación más baja en el examen, «pero eso no significa que estén peor preparados»
Isabel Gutiérrez
Presidenta de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria
El grueso de las plazas de MIR de Medicina de Familia se han cubierto con aspirantes que figuraban en la lista de aprobados a partir del puesto 12.000. «Sacaron una puntuación más baja, pero eso no significa que están peor preparados o lleguen con menos vocación. En un examen influyen muchos condicionantes», remarca Isabel Gutiérrez, que pide un refuerzo en el reconocimiento y los medios de los docentes que van a guiar a los recién llegados.
Preventivistas y expertos en Salud Pública
Si Medicina de Familia ha sido la última especialidad en cubrirse este año, con el logro de que se han asignado todas las plazas, la penúltima fue Medicina Preventiva y Salud Pública. ¿Recuerdan a los epidemiólogos que cargaron con la responsabilidad de conducir hacia la salida de la pandemia? Pues eran médicos de esta especialidad.
Marta Eva González Pérez es vicepresidenta primera de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria y coordinadora de Calidad en el Complejo Asistencial Universitario de León. La oferta MIR en Castilla y León ha pasado de 5 plazas a 12, pero la responsable de la sociedad española echa en falta un refuerzo en consonancia de la labor de docencia y tutoría de quienes deberán formarlos.
«No se nos da la visibilidad y el reconocimiento suficiente. En pandemia quedó patente los pocos recursos humanos que hay de esta especialidad, desde la que abarcamos muchos ámbitos», subraya esta especialista. Abordan cuestiones como la vacunación de pacientes de riesgo, el control y prevención de infecciones o la garantía de la calidad asistencial, además de el desempeño de puestos de gestión y todo el papel de la parte de salud pública, con epidemiología y vigilancia y planificación ante brotes y pandemias.
Entre las cuestiones que frenan la elección de los recién licenciados de la Medicina Preventiva y Salud Pública, además de esa menor visibilidad (que empieza en los planes de estudio en la universidad), está un salario más bajo que en otras especialidades al no hacer guardias y una formación que obliga a veces a cambiar de provincia. A eso se suma que cuando se cubren algunos puestos profesionales no se exige o no se valora correctamente la formación en esta especialidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
- Temas
- Medicina
- Castilla y León
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.